El Futuro de las Librerias

En la entrada “Poética del escaparate”, ya comentábamos de pasada la problemática de las librerías y hoy hemos decidido ahondar en el tema: ¿Tienen futuro las pequeñas y medianas librerias?

La opinión generalizada es que la librería tradicional no desaparecerá nunca, pero de alguna manera tienen que “ponerse al día”. El mercado cambia a pasos agigantados y el librero necesita apostar por la innovación. El consejo para los pequeños establecimientos sería trabajar más el fondo de catálogo que la novedad y la especialización por temas.

Debería existir una convivencia entre las librerías tradicionales y las cadenas pero la competencia es fuerte y real.

La atención personalizada y la prestación de unos servicios de calidad a los clientes tiene un coste para la librería pero al mismo tiempo puede ser generador de unos mayores ingresos.
Hay una tendencia —dicen los libreros— a la disminución del número de librerías medianas y pequeñas, frente al progresivo fortalecimiento de las grandes cadenas, este tipo de librerías han perdido cuota de mercado en los últimos años.

Cada vez la presencia de las grandes cadenas es mayor, lo que significa una amenaza para la librería tradicional, pero una amenaza muy diferente a la que suponen las grandes superficies comerciales, ya que ambas hablan el mismo lenguaje y pueden ser complementarias todo lo contrario de las grandes superficies a las que no interesan los libros, sino el producto".

Actualmente, las librerías se debaten entre el modelo tradicional y las grandes cadenas o megastores. Estas últimas, muchas veces amplían la oferta y ofrecen discos, películas, videojuegos, instrumentos y hasta ropa. Ya hay, y va a seguir habiendo, una diversificación en lo que ofrecen las librerías. Siempre existirán las que vendan sólo libros, pero cada vez hay tiendas que involucran otras categorías de productos.

Lo cierto es que hoy existen dos visiones al respecto: los más arraigados, que perciben las librerías como un territorio donde sólo los libros tienen cabida, y los otros, que no ven nada de raro en agregar distintos productos o servicios..

Existe un caso increíble, una librería en Lexington, Kentucky, de cuatrocientos metros cuadrados, que iba a abrir en un centro comercial de seis mil metros cuadrados. Pero los dueños del centro comercial no tuvieron mucho éxito vendiéndolo, así que les dijeron a los de la librería que no tenían clientes y que no había nada qué hacer, no iban a abrir el centro comercial y que les devolvían el dinero. Pero los de la librería les propusieron otra cosa: coger los otros cinco mil metros cuadrados y hacer una librería de seis mil metros cuadrados. ¿Qué hicieron? Expandieron la librería y dentro de ella en las distintas secciones complementarlas con otros negocios, hicieron, por ejemplo, en la zona de turismo, una agencia de viajes; en la zona de libros de cocina, productos de comida; en la sección de libros de jardinería y paisajismo, artículos de jardinería; y así sucesivamente, y fue un éxito extraordinario, tanto que ahora están haciendo otras tres más.

Un gran librería ofrece cosas que una librería pequeña no; se convierte en una especie de centro social. Se va a buscar algo más que un libro y termina siendo como ir a la plaza. Uno entra a Barnes and Noble, en Estados Unidos, y ve gente sentada en sillones, tomando café e incluso muchos van para conocer personas.

Si el futuro del sector es incierto, la aparición de librerías en Internet como Amazon o Google Books, predice un panorama incierto al sector. Las cadenas de librerías ya se están sumando al filón y ya venden su producto también por la red

Es cierto que las ventas por Internet han aumentado considerablemente en los últimos años. Y con ello, han disminuido las ventas físicas, pero Internet no es un enemigo de la librería, sino que bien utilizado puede ser un aliado; no sólo para que el librero pueda vender libros tradicionales a través de la web, sino para que también pueda comunicar las novedades a sus clientes y para organizar grupos, blogs y comunidades con el fin de fidelizar al público.

Por otro lado la aparición del libro electrónico, y la posibilidad de que con este aparezca la piratería, igual que ocurre en el campo de la música es otro de los aspectos que intimidan al librero

El principal defecto que podrían tener las librerías tradicionales es considerarse a sí mismas tradicionales, portadoras de un valor superior a otras alternativas y víctimas de las maldades de la tecnología. Un aspecto importante hoy que tienen que adaptarse a las nuevas generaciones de lectores seria en vez de satanizar a Amazon o a las grandes cadenas sería darse cuenta de que, si funcionan, es por algo.

Las fotografías que acompañan esta entrada son de la historica librería Lello en Oporto considerada una de las mas bellas del mundo.

9 comentarios:

  1. Preciosa librería, por cierto.
    No sé si leísteis una entrevista a Carmen Balcells, el otro día, en El País. Hablaba precisamente del futuro de libro y de cómo ella se está dedicando a editar en formato electrónico, pese al escepticismo de tantas editoriales. Cambia el formato, pero ¿cambia el contenido? Del mismo modo que la música por internet está cambiando conceptos como el de álbum, ¿desaparecerán generos literarios tan ligados a un formato como el libro por la irrupción del libro electrónico?
    En fin, que estamos en un momento apasionante. Y las librerías pequeñas y las de barrio deberían aprender la lección de las tiendas de discos: apenas quedan ya.

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  2. Manuel, Muchas gracias, precisamente tenemos preparado para mañana un resumen del articulo que escribio en El Pais y comentamos como creemos que repsercutira al negocio del libro.

    Saludos

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  3. Tuve hace tiempo un post con la escalera de la librería que mencionas de Lisboa. es una de las más espectaculares.

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  4. Ay, ay, ay, ay, ay... que tocáis mi tema favorito. Empiezo hablando de Lello, teniendo en cuenta que este verano he estado de vacaciones en Oporto. Es preciosa... pero no compré nada. Era como ir a una atracción turística. Nadie compraba nada, todo el mundo hacía fotos. Por cierto, el detalle de diseño más bonito era el carro para transportar los libros, se ven lor rieles en el suelo en alguna de las fotos. Una pena, ya no lo usan.

    Y me pregunté: ¿sobrevivirá esta librería? No daba impresión de que vendiesen mucho, la verdad. Ese tipo de librerías son víctimas, en mi opinión, de su diseño. Salvo que sean muy grandes, como Ateneo, o muy comerciales, como la librería Acadmémica de Helisnki de la que escribí, les veo poco futuro a librerías que basan su atractivo en su "look" si no se especializan con inteligencia.

    Me gustaría tener una librería, me la imagino pequeña, especializada (en las cosas que me gustan: viajes, tipografía, diseño, poesía), bien situada, bien diseñada pero no sobre-diseñada (¿me haríais buen precio?), con servicio de café, bollos y, por supuesto, zona de lectura. Pero soy consciente de que el hilo que separa una librería especializada de éxito de otra fracasada es finísimo. Y se quiebra con una facilidad pasmosa. Si a eso le unes mi nulo olfato comercial, el fracaso está garantizado.

    No leí la entrevista a Carmen Balcells, lo que cuenta Manuel es muy interesante, espero vuestro análisis. Ya lo dije, no creo que cambien mucho las cosas con los nuevos formatos. Estoy seguro de que usaré, con mucho gusto, libro electrónico. Tan seguro como de que no voy a tirar los 5000 volúmenes que tengo en casa, que seguirán aumentando sin duda.

    Para mí la revolución está en el retail. Aquí es donde lo electrónico (en este caso, Internet) entra en juego con fuerza. Yo soy un forofo de la compra de libros on-line. Imagino que conocéis ABE (http://www.abebooks.com), que es una cooperativa de librerías pequeñas (y grandes) de todo el mundo. Es una maravilla. Encontré toda la obra de un tío abuelo mío, dispersada por multitud de dlibrerías pequeñas, y en el plazo de una semana lo tenía todo en casa. Una búsqueda en ABE me llevó a no sé cuantas librerías especializadas. Y eso fue hace unos ocho años, ahora hay muchísimas librerías on line. Una de mis librerías favoritas de Madrid, Arranca Thelma, tiene compradores casi sólo on line, a través de su blog.

    No creo que tenga una librería propia jamás, es uno de esos planes que me encanta hacer por hacer, sin visos de realidad.

    Gracias por abordar este tema, me encanta. Es que me encanta vuestro blog, es el que busco a diario con más avidez (y tengo un enganche bloguero cosa mala).

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  5. Stultifer: vimos tu post en su momento. Estupendo!

    Breck: donde hay gente hay negocio, seguro que mucha gente compra/comprariamos en esa libreria, aunque solo fuera una guia de Oporto.

    A todos los que nos gusta leer se nos ha pasado por la cabeza lo de poner una libreria, pero sí, es un negocio dificil. A nosotros tambien libreria con una papeleria tecnica... Ay, el olor de las gomas de borrar...

    Cuando quieras te hacemos un presupuesto..

    Una dama de la corte, un ilustre hombre de letras... nos tienes intrigados con tus antepasados, se merecen una entrada ya!

    Como decimos en la entrada de hoy, creemos que conviviran ambos soportes segun necesidades y lo mismo en el retail, a veces es muy comodo comprar por internet, pero tambien es un placer pasarse un buen rato en una libreria ojeando y eligiendo.

    Gracias a ti por seguirnos y por este enriquecedor intercambio de comentarios.Ves, otro ejemplo, internet y el correo electronico no han acabado con el epistolar, pero si lo han dejado para las ocasiones especiales, conviven tambien los dos, utilizamos uno u otro segun necesidades o deseos.

    Un saludo

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  6. No estoy seguro de que internet haya acabado con el epistolar, yo cada vez escribo más cartas de las tradicionales. Curioso.

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  7. Porque tu eres uno de los ultimos romanticos...

    Un saludo

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  8. Acá en el Perú hay dos bibliotecas que ya son como museos y que se parecen a las librerías de tus fotos, una en Lima (Iglesia de San Francisco) y otra en Huancayo (Convento de Ocopa). Eso si son visualmente espectaculares.

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  9. David C. Aunque no tan espectacular, recientemente estuvimos en Barcelona y visitamos la ibreria La Central del Raval, ubicada tambien en una antigua iglesia.

    Echaremos un vistazo a las que citas, y estariamos encantados de recibir informacion e imagenes de las que citas.

    Gracias por comentar y un saludo.

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