El innovador diseño arquitectónico de la boutique, situada en el número 39 de la Gran Vía, plasma el amor por el brillo y los destellos de Swarovski y está creado por el diseñador japonés Tokujin Yoshioka del que ya hablamos en una entrada anterior y que colabora desde hace tiempo con la firma.
Este concepto de tienda que se implanto por primera vez en la tienda de Guinza en 2008 y que se está implantando en las principales ciudades de todo el mundo, se ha trasladado al local de Gran Vía; se trata de un concepto limpio y minimalista donde destacar el producto en optimas condiciones, apartando esa imagen naranja y azul anterior que había quedado un poco obsoleta y que no daba suficiente categoría al producto.
En la muy cuidada intervención de Madrid no entendemos bien un par elementos que a nuestro juicio devalúan un poco la imagen general de esta tienda: por un lado una cerrajería exterior de calidad algo mediocre para la firma tanto en material como en acabado, pues se ha recurrido al hierro pintado en epoxi plata, lo que no parece muy acorde cuando en toda la tienda se ha utilizado acero inoxidable brillo; y por otro, la calidad elegida para el solado, que si bien nos parece correcto en cuanto a color no así su calidad que nos parece inferior a la requerida en una instalación de estas características. Suponemos que quizá es deformación profesional por nuestra parte y que el publico en general no apreciará estos detalles.
Llaman poderosamente la atención los dos grupos de cristales tallados entre los huecos de fachada en uno de los cueles se sustenta el rotulo. Así mismo además del propio diseño y la resolución del espacio cabe destacar el impecable acabado del mobiliario y la integración entre los distintos elementos que lo componen (muebles, perfiles, graficas, cristales, herrajes y cerraduras, etc.)
En cuanto a la historia de la marca, ésta se remonta a 1892 cuando Daniel Swarovski registró la patente de su máquina, que le permitía cortar cristal con extrema precisión y a gran velocidad. La calidad de los cristales Swarovski trascendió rápidamente y su fama pronto se extendería por todo París, América y el Imperio Ruso.
Como necesitaba bastante agua para alimentar su máquina de pulir en1895 se trasladó con su familia a Wattens en el Tirol (Austria) para establecer su fábrica de corte de cristal. También se mantenía así alejado de su “competencia” para mantener su invención en secreto. Su visión era crear piedras de cristal que llenasen de alegría la vida de las personas, y mejorar constantemente lo que es bueno: un principio respetado por su compañía hasta el día de hoy.
En 1913 empezó a producir su propio cristal. Éste era un hito importante en la historia de la compañía que tomaba un nuevo rumbo. Pronto, estos cristales cortados con formas de joyas causaron gran excitación y se codiciaron por todas partes.
Durante la Primera Guerra Mundial, la escasez de máquinas cortantes y materiales fue la oportunidad para que Swarovski desarrollara sus propias herramientas. De este modo, en 1919 se registró bajo la marca de fábrica Tyrolit.
Por otro lado, en los años veinte, los vestidos de baile se comenzaron a bordar con perlas y cristales. Así se embelleció el arte fino del bordado de cristal gracias, sobre todo a otro invento de Swarovski: una cinta de cristal que podía aplicarse directamente a los tejidos, zapatos y todos los accesorios imaginables.
Pero su diversificación fue más allá, esta vez de la mano de su hijo mayor Wilhelm, que produjo el primer prototipo de un par de prismáticos en 1935. Estos prismáticos abrieron las puertas a la industria de la óptica y se convirtieron en el artículo salvador de la compañía durante la guerra. Hoy Swarovski Optik es el líder de los instrumentos de precisión ópticos. Mientras, su experimentos con vidrios reflectantes de la línea Swareflex se han vuelto imprescindibles en medios de transporte como trenes y barcos.
Durante la década de los 50, Swarovski hizo adelantos importantes en el desarrollo de la producción de la piedra de cristal, las piedras se cubrieron con partículas de metal delgadas para aumentar su brillo. En colaboración con Christian Dior, Manfred Swarovski, el nieto del fundador de la compañía, estos experimentos dieron lugar a Aurora Borealis, cristales que brillaban con los colores del arco iris. Esta novedad se volvió un éxito mundial y dio lugar a una nueva tendencia de moda: piedras cubiertas en una variedad de colores con brillos iriscentes.
A estos inventos les sucedieron otros como su tecnología Hot-Fix, que hizo posible agregar brillo a cualquier artículo de ropa o a la aplicación Strass en los candelabros que se pueden ver en la Opera Metropolitana de Nueva York o en el Castillo de Versalles.
Con un ratón de cristal empieza una nueva era para Swarovski: la venta de productos de cristal terminados. Esta creación, de 1976, además de ser un objeto representativo de los Juegos Olímpicos de Invierno, fue el primer objeto de cristal color plata de una línea que ahora incorpora más de 120 artículos de regalo, que consiguieron convertir a los clientes en coleccionistas, hasta el punto de crear lo que hoy se denomina Sociedad Swarovski a la que pertenecen 400.000 integrantes de 35 países.
Después lanzaría su primera línea de joyería: anillos, pendientes, pulseras o collares. De todas sus creaciones e innovaciones, la más importante de la firma es, sin duda, el haber convertido al cristal en joyas de gran valor. Pero sus invenciones no se quedaron aquí; jarrones, cuencos, relojes, accesorios de moda, carteras o una malla de cristal que es usada habitualmente por diseñadores como Dolce & Gabana, Chanel y Louis Vuitton.
La compañía ha llevado a cabo durante estos años una importante imagen de marca que la ha posicionado como una de las firmas de lujo más consolidadas, para ello ha colaborado en la realización de varias obras de arte contemporáneas y ha querido extender sus redes a todos los hábitos sociales desde la decoración a la moda. De este modo, la enseña ha conseguido poner en marcha una red de más de 500 tiendas en 120 países, que se unen a todo un mercado paralelo de objetos.
Las fotografias que acompañan la entrada corresponden a la tienda de Madrid , excepto las tres ultimas que corresponden a la tienda de Londres con una imagen de tienda similar a la de Madrid pero de mayores proporciones, tambien adjuntamos un video con una instalación que realizo Yoshioka para la firma en una de las ultimas Ferias de Joyeria y Relojería en Suiza.
Tengo cero simpatías por los cristalitos. Es más, puedo afirmar que los diamantes tampoco me llaman la atención.
ResponderEliminarStultifer, desde la prehistoria el ser humano se ha adornado con avalorios de distintos materiales (hueso, ceramica, madera, piedras, etc.), siendo siempre los mas apreciados aquellos mas dificiles de conseguir o de aspecto mas llamativo. En la actualidad hay una infinita variedad tanto en adornos como en sus materiales y precios, estos de los cristales no han hecho sino satisfacer una demanda. Ademas tambien esta por supuesto la opcion de pasar de adornos y abalorios.
ResponderEliminarLa idea de Swarowski de la talla del cristal y su empleo en diversos ambitos al final ha resultado un buen negocio pues eleva a piedra semipreciosa el cristal.
Saludos y gracias por la mencion.