La imaginación grafica y narrativa de Mariscal y la inteligencia proyectual de Fernando Salas se alían como ya hicieran en el Domine de Bilbao para crear habitaciones concebidas como confortables hogares temporales, pequeños apartamentos de luminoso sabor californiano. Se ha querido hacer una habitación sencilla en las soluciones, sin alardes formales ni grandes complicaciones técnicas, contenida, funcional, perdurable, y que intenta crear perspectivas visuales en un hábitat entendido como multifuncional, no como un simple dormitorio.
Se trataba de lograr un espacio que “pueda ser utilizado por mucha gente que tal vez no tiene en común los mismos gustos y necesidades”. Precisamente por eso, Mariscal y Salas aclaran que no han pretendido hacer un ejercicio de estilo, ni de futurismo. Al contrario, han buscado un carácter anónimo, sin un excesivo sello de autor, para que pudiera envejecer bien. ( Eso dicen ellos, para nosotros ya tiene un estilo de mode y solo han pasado unos años )
De la versatilidad del espacio y de la distribución, que ha conseguido fusionar distintos usos en el mismo ámbito, es de lo que se declaran especialmente orgullosos. “Es muy distinto a otros encargos porque este es un espacio del que los huéspedes se apropian durante un tiempo, es su casa provisional y hay que intentar hacer un espacio que haga feliz a todo el que se aloje aquí”. Mariscal reconoce que ha intentado transmitir “buen rollo, sensación de estar en un espacio confortable”. La inspiración: “el funcionalismo de los años cincuenta, pero sin que eso haya pesado mucho después”, aclara
El uso ingenioso de los laminados de Formica y la relacion entre baño y dormitorio son los puntos fuertes. El huésped descubre un espacio donde el baño tiene capital importancia. El único recinto cerrado es la cabina del inodoro, aislado con una celosía de madera de fresno que se transforma en una gran lámpara ya que está retroiluminada. El espejo da soporte por su cara posterior a la pantalla de plasma de televisión. La encimera de Corian blanco presenta una doble funcionalidad. Mientras en el baño se utiliza como lavamanos y encimera, en el estar se transforma en un mueble revestido de formica cebrano que aloja el bar, la nevera y el equipo audiovisual.
En la habitación mandan unos estampados con grandes flores de colores. Es el caso del cabecero de la cama y de los armarios roperos, ocultos, según se entra, tras un panel. La cama se sitúa contra la ventana. De este modo, la luz natural llega desde atrás invadiendo todo el dormitorio. Uno de los frentes de la habitación se reviste con una celosía de madera retroiluminada que trata de dar la sensación de que el huésped está en un espacio exterior.
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