El pabellón no tenia otra función que la de ser elegante y representativo de la industria alemana después de la primera guerra mundial.
Construido con vidrio, acero y distintas clases de mármol, el Pabellón se concibió para albergar la recepción oficial presidida por el rey Alfonso XIII junto a las autoridades alemanas.
Quizá, lo que más llame la atención de este edificio es la relación que guardan la parte exterior y la parte interior del mismo, ya que no existen espacios cerrados. Se trata de un espacio fluido con planos independientes, interactuando tanto vertical como horizontalmente. Los muros son exentos, no en línea e incluso sobresalen más allá de las líneas marcadas por las cubiertas.
La distribución está hecha a partir de planos rectangulares de materiales como el vidrio, el mármol y dos planos de agua formados por piscinas de poca profundidad. El pabellón se compone básicamente de cuatro pilares que sostienen la gran losa que conforma la cubierta y unos muros que salen de la cubierta hasta confluir en el estanque situado frente a él. Así se produce una reflexión acerca del espacio vacío, con un espacio fluido compuesto de tabiques móviles y espacios en interconexión.
También llama la atención la colocación de los mármoles de las paredes, que se hizo siguiendo las pautas que el arquitecto especificó en un estudio. En él trataba de evitar que el dibujo propio de la piedra resultara entrecortada en la junta entre dos piezas. Capítulo aparte merece el mobiliario del edificio que, diseñado por el propio arquitecto, armoniza a la perfección con las formas de la estructura. El diseño de estas piezas ha servido además como referente para los diseñadores y arquitectos actuales.
Tras la clausura de la Exposición, el Pabellón fue desmontado en 1930. Con el tiempo se convirtió en un referente clave tanto en la trayectoria de Mies van der Rohe como para el conjunto de la arquitectura del siglo XX. La significación y el reconocimiento del Pabellón llevaron a pensar en su posible reconstrucción.
En 1980, Oriol Bohigas impulsó esta iniciativa desde la Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, e Ignasi de Solà-Morales, Cristian Cirici y Fernando Ramos fueron los arquitectos designados para la investigación, el diseño y la dirección de la reconstrucción del Pabellón.
Los trabajos se iniciaron en 1983 y el nuevo edificio se inauguró en 1986 en su localización original.
Os dejamos un Video de la BBC que muestra visualmente el edificio con comentarios en ingles, un poco largo pero muy interesantes para los apasionados de esta obra y este arquitecto como nosotros
Desde luego, si no es EL edificio que abre y define la arquitectura moderna, es desde luego el ejemplar mas bonito y diria perfecto del estilo internacional. Como en toda la obra de Mies, impresiona la escala y la proporcion, casi parece un templo griego. Otra cosa es la eliminacion de la diferencia entre espacio interior y exterior, como bien decis, y el uso de los materiales, incluido el agua. Los muebles tampoco desentonan...
ResponderEliminarAqui en DC hay un edificio postumo de Mies, la biblioteca Martin Luther King, en pleno centro. Un buen edificio, pero carente de la poesia y magia del pabellon de Barcelona. Lo curioso es que lo utilizan muchos "homeless" para pasar el dia. Desde la calle los ves sentados, o dormidos, en los sillones Barcelona (que al fin y al cabo fueron originalmente disenhados como tronos para un Rey y una Reina).
Una duda que tengo es la fecha de la reconstruccion (me pregunto por que lo desmontarian en 1930, tambien, pero ese es otro tema). Recuerdo ir a Barcelona en el 89 y no estaba terminado. De hecho, aun estaba ahi al lado un edificio brutalista (y bastante interesante, la verdad) de los 60, creo que habia pertenecido al INI, que era el centro de prensa del equipo organizador de los JJOO y que luego se demolio para mostrar el Pabellon de Mies en en su esplendor. Yo creo que se termino la recreacion justo antes de los JJOO, pero probablemente me equivoque.
Para mi aun antes de conocerlo ya era mi edificio favorito, asi que cuano tuve oportunidad e visitarlo sufri mi pequeño sindrome de Stendhal. y no exagero, fue una mañana que comenzo lluviosa y acabo en un precioso dia soleado, asi que me pase casi todo el dia alli haciando fotos con las distintas luces del dia y las sombras que producian en las piedras y la escultura, el marmol mojado y seco, los reflejos de las nubes, etc. Habra quien no lo entineda, pero fue un dia que disfrute muchisimo.
ResponderEliminarArdilla, el solo, es un compendio de arte en arquitectura: tiene diseño, proporcion, materiales,etc. tampoco sabemos porque se desmantelo, suponemos que fue concebido como algo efimero y asi se hizo, como tantas otras cosas no se le daria su debida importancia hasta despues, pero por suerte se pudo reconstruir y ademas en su lugar original (hubiera sido facil que lo hubieran hecho los americanos o los alemanes) y asi lo podemos disfrutar.
ResponderEliminarLa imagen de los homeless en las Barcelona invita a la reflexion.
Anonimo, casi todos hemos sufrido nuestros pequeños Stendhal delante de un edificio, un cuado, al ver una pelicula, etc. a eso se le llama sensibilidad y es una cualidad que solo tenemos los humanos (y no todos en la misma medida...)
he de decir que se olvida un punto muy importante de este edificio. Los reflejos.
ResponderEliminarAnonimo, completamnet de acuerdo, el edifico no seria el mismo sin sus reflejos, en la pidrea pulida del interior, el acero de la cerrajeria y pilares, el el vidrio de sus paredes, el el agua de su lamina de aua, en contraste con el mate del travertino de sus paredes. Una combinacion magistral!
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