La Fabrica de Chocolate de los Hermanos Mast



Ya hemos comentado otras veces como, en medio de toda esta globalización comercial en la que estamos inmersos, que hace posible encontrar las mismas tiendas en las calles de casi todas las ciudades y en sus estantes productos que sean del tipo que sean son irremisiblemente fabricados en oriente, esta surgiendo una tendencia, por parte sobre todo de jóvenes profesionales, a ocupar otras zonas y barrios de las ciudades hasta ahora degradados - aquí en Madrid lo vimos con zonas como Fuencarral, ahora ya tomada por las marca, o mas recientemente con Triball o Malasaña - para establecer allí sus pequeños comercios, mas alternativos, y muchos de ellos con productos artesanales.



Hoy os traemos uno de estos casos, pero no de aquí, sino de la ciudad de Nueva York, concretamente del barrio de Williamsburg en Brooklyn. Hasta hace poco este barrio era un paisaje postindustrial, de vallas de tela metálica y pintadas en las fachadas de sus viejos almacenes de ladrillos semiabandonados, pero parece que eso esta cambiando rápidamente y están siendo ocupados por algunos jóvenes profesionales y estudiantes que están haciendo florecer una artesanía basada en la contracultura y tratando de crear un futuro en que lo “hecho a mano” pudiera triunfar sobre el Made in China. Un ejemplo de esto es el que os taremos hoy: La fabrica de chocolate de los Hermanos Mats, o en Ingles, Mats Brothers Chocolate un auténtico fenómeno chocolatero en Nueva York, donde crean un chocolate, según dicen, indescriptible.


Los hermanos Mast - mástil, de ahí algunas de las referencias marineras en su fabrica y productos-, Rick y Michael, comenzaron en 2005 la elaboración de chocolate tostando con habas de cacao en el horno de su apartamento de Greenpoint. Lo que inicialmente comenzó como un pasatiempo para los dos hermanos se convirtió rápidamente en una empresa artesanal.


Es probable que al ver las fotos o videos de estos barbudos artesanos chocolateros pensemos en dos hipsters, en una caricatura del movimiento Arts and Crafts, pero afortunadamente no es el caso. Por debajo de sus barbas son “encantadores” y se toman su trabajo muy en serio. Y la calidad de su chocolate es indiscutible, no en vano son proveedores de algunos de los mejores restaurantes y hoteles de Nueva York.


Tienen mucho cuidado con sus ingredientes, (los granos de cacao importados directamente desde América del Sur), su proceso de fabricación (las técnicas tradicionales, junto con la maquinaria hecha a la medida por un exingeniero aeroespacial) e incluso su empaquetado. El resultado es un exquisito chocolate oscuro y amargo, floral y complejo primorosamente presentado.


En su fabrica de chocolate, su materia prima, los granos de caco de pequeñas cooperativas, son clasificados a mano, tostados, aplastados con piedras de granito y mezclados con azúcar de caña orgánica o jarabe de arce. Solo utilizan dos ingredientes, cacao y azúcar, sin añadir mantequillas, aceites soja, emulsionantes o conservantes. Para algunas de sus variedades se han asociado con organizaciones tales como almendras y avellanas Anderson, café Stumptown, Maine mar de sal, o jarabe de arce Corona, creando así originales maridajes. Mast Brothers Chocolates ofrece consigue así una variedad única y chocolates de origen único, así como una mezcla especial de la casa.


Una vez fabricadas las tabletas, estas son envueltas también a mano primero en papel de oro y después en un papel mas grueso tipo estraza impreso en una imprenta local según los patrones de diseño que también ellos mismos realizan. Originalmente el chocolate se terminaba de envolver con papel de estraza, esto transmitía la idea de que de que el chocolate es un alimento, no un dulce. Pero pronto se dieron cuenta de que necesitaban algo más, así que trataron de mantener esa sensación del papel de estraza, pero con diseños más atractivos. Cada barra de chocolate que crean se envuelve a mano en un papel especialmente diseñado para cada uno de sus muchos sabores. Aunque discreto, el embalaje, en su sencillez y amabilidad, alude a la naturaleza del producto que contiene.


Ya hemos hablado también en varias ocasiones de lo importante que resulta la presentación de los productos (Packaging) a la hora de su comercialización, y de como esta puede potenciar la venta y aparentemente realzar o devaluar un producto. Estos hermanos originalmente compraban los papeles utilizados para los envoltorios, para posteriormente diseñarlos ellos mismos en colaboración con la familia, “la tripulación” o amigos. La creciente popularidad de sus chocolates ha inspirado a artistas de todo el mundo a presentarles sus diseños e ideas, pero por ahora han decidido seguir "manteniéndolo en la familia”.


Tal es su paciencia y dedicación a su oficio que buscando materias primas para su fabrica y una conexión más profunda con la gente que las cultivan, llegaron a fletar una goleta de para transportar una carga de 70 toneladas de habas de cacao desde la Republica Dominicana hasta su regreso a Brooklyn. Estos hermanos y su equipo realizaron durante 14 días una travesía a vela no exenta de dificultades de la que se puede leer un curioso relato en la red. (Leyéndolo no sabemos si es que querían autenticidad o una historia mas que engrosara la leyenda de su producto)


¿El secreto de su éxito?, también hemos hablado de ello en otras ocasiones, es bien simple y espinoso a la vez: un extremado cuidado por el detalle en toda su cadena de valor. Desde la selección de las materias primas, hasta su envasado y presentación, pasando por supuesto por la producción.

Así que ya sabéis, si pasáis por Brooklyn es posible visitar su fabrica, pasar un rato en su sala de catas, y aprender acerca de cómo se hace el chocolate artesanal


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