Como muchos ya sabréis a principios del pasado mes de mayo se inauguro en Madrid el nuevo Espacio Fundación Telefónica, (integrado en lo que fue el primer rascacielos en España y que aportó a la ciudad aires neoyorquinos).
Esta obra forma parte del proyecto de rehabilitación integral del edificio de Telefónica localizado en Gran Vía 28, en pleno centro de Madrid.
Telefónica lleva bastantes años promoviendo la cultura a traves de su fundación como una forma de dar valor añadido a su actividad, Con la apertura de su tienda insignia en los bajos de su emblemático edificio, se quedo sin el magnifico espacio que empleaba para exposiciones (no podemos dejar de recordar la magnifica exposición “Work” sobre la obra del fotógrafo Helmut Newton que allí se celebro en el año 2002,); así que esas actividades las trasladaron a plantas superiores con entrada lateral por la calle Valverde, donde desde el clásico vestíbulo se tomaba un ascensor que nos llevaba a la segunda planta en la que se encontraba el principal espacio expositivo.
Nos imaginamos que con ese cambio la afluencia de publico se vio gravemente afectada, pues se trata de una calle secundaria poco transitada y la entrada a las exposiciones pasaba desapercibida, convirtiéndose en un sitio de destino, y ello ha debido de pesar en la decisión de ampliar el espacio destinado a exposiciones y darle mas relevancia crenado una nueva entrada por la calle Fuencarral, hoy día una de las mas transitadas de la ciudad.
El nuevo Espacio es muy ambicioso y alberga el programa museográfico destinado al patrimonio artístico y tecnológico de Telefónica, salas de exposiciones temporales, zonas de encuentro, zonas didácticas, auditorio, áreas de consulta y archivo de obras, entre otros; y es un buen ejemplo de un espacio que había perdido hacía tiempo sus usos tradicionales y se ha recuperado para actividades culturales y que supone una renovación estética y funcional de este emblemático rascacielos (1926-1929), considerado una de las joyas de la arquitectura de principios del siglo XX en Madrid.
El diseño arquitectónico del Espacio ha sido desarrollado por Quanto Arquitectura y Moneo Brock Studio. Las obras empezaron en junio de 2011 y terminaron el pasado mayo. Ese cambio de actividad implica, para empezar, que en el espacio de 6.370 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas, donde trabajaban 100 personas, ahora puede acoger a 1.000. El proyecto de diseño recupera la belleza de la arquitectura industrial del inmueble, al tiempo que le aporta la actualización necesaria para un uso polivalente y contemporáneo de sus espacios.
Destacan en esta intervención la nueva entrada al Espacio (la anteriormente mencionada de la calle Fuencarral) mediante un gran atrio que recorre las cuatro plantas y permite percibir globalmente toda la dimensión de la obra. Esta mirada integral se refuerza mediante dos elementos que comunican todas las plantas: el ascensor panorámico que se sitúa en la zona principal del edificio, con capacidad para 60 personas, ubicado en una caja de vidrio con toda su estructura vista; y una escalera helicoidal adosada a la fachada de la calle Fuencarral. La escalera está apoyada sobre una estructura de aspas que cruzan en vacío en diagonal, conectando pilar a pilar. Así las aspas, revestida con planchas de acero cortén, permiten el arriostramiento de las fachadas inmediatas mientras sirven como apoyo de esta singular escalera escultórica.
El proyecto arquitectónico recupera las plantas diáfanas que existían en el diseño original del edificio, lo que contribuye a crear las grandes salas abiertas y versátiles requeridas por el cliente. La idea de volver al origen está, sobre todo, en la sala de expositiva de la cuarta planta. Los arquitectos decidieron quitarle las capas acumuladas a lo largo de sus 82 años de historia para que emergiera su auténtica piel. En la tercera planta hay otra sala expositiva. Y, finalmente, la segunda planta ha sido aprovechada para un auditorio y un espacio con una exposición permanente, la Historia de las Telecomunicaciones con todo tipo de teléfonos, desde el primero, que usó Alfonso XIII hasta el Smartphone.
El auditorio es otro de los elementos a destacar dentro de la actuación. Aprovechando el ya existente, se han sustituido el estrado y el muro de cierre por grandes puertas correderas para que al abrir las puertas se incorpore el hemiciclo a la visual de la fachada de la calle Gran vía y al único balcón del edificio. Al cerrar las puertas correderas, el auditorio conserva su privacidad, dimensión y configuración original. Además el uso flexible del espacio se potencia con el diseño a medida de un sistema de asientos con respaldo abatible. Cuando los asientos están cerrados permiten su uso informal como bancada y cuando están abiertos se convierten en una butaca con las prestaciones necesarias.
Para el diseño interior de los espacios se han elegido acabados neutros delegando siempre el protagonismo en los elementos originales del edificio. Dando continuidad a la estética industrial se ha optado por una paleta de colores y materiales que la refuerzan: hierro en la estructura de la escalera helicoidal revestida con planchas de acero cortén, suelos de hormigón pulido en los espacios expositivos y pavimentos de acero inoxidable en la escalera principal y las zonas de desembarco de las plantas, pilares de acero roblonado vistos (originales del inmueble), techos de malla de acero expandida (deployé ) para dejar instalaciones vistas y madera de roble al aceite que ofrece notas de calidez al auditorio de planta segunda.
Con este nuevo espacio Madrid cuenta con otro reclamo cultural más. Esperemos que las exposiciones que allí se celebren estén a la altura, pues últimamente han surgido gran cantidad de buenos espacios expositivos como el recién rehabilitado Cuartel de Conde Duque, del que hablaremos dentro de poco, o la ampliación de Matadero, pero que por falta de dinero se encuentran habitualmente vacíos de contenidos.
Estuve viendo el nuevo ESPACIO hace unos días, y no me arrebató, la verdad … Tengo preparada una entrada que colgaré cualquier día de estos (no tan completa como la vuestra, todo sea dicho).
ResponderEliminarxG
xGaztelu,
ResponderEliminarxGaztelu,
Arrebatador no es, desde luego, pero mejor que las salas esas impersonales de la ultima epoca, cualquier cosa, lo unico que merecia la pena eran por los vestibulos de los ancesores y éstos mismos. Claro que donde este el antiguo espacio, lo que hoy es la megatienda...
Un saludo,
Desde luego que por fotos se ve fenomenal. Espacios enormes, bastante sobrios pero con unos toques de distinción únicos.
ResponderEliminarMe gustan las apuestas que hace la FT por la cultura y el arte a nivel nacional e incluso internacional, como con el concurso de Arte y Vida www.fundacion.telefonica.com/vida