Se dice que las comparaciones son odiosas, y es cierto, cada uno tiene su personalidad, sus virtudes y defectos, sus cualidades y no se debería comparar, lo mismo podría ocurrir con las cosas, objetos, etc. pero es muchas ocasiones es inevitable hacerlo, y eso hace que nos decantamos por unas u otras, comparamos y elegimos la que creemos es mejor o se ajusta en mayor medida a nuestras necesidades o cumple nuestras expectativas. Esta reflexión viene a cuento porque hoy vamos a comparar dos
experiencias que hemos tenido este pasado fin de semana en dos conocidos establecimientos de nuestra ciudad.
Los de Viena Capellanes son unos de los establecimientos con más solera en nuestra ciudad, su historia se remonta a principios del siglo pasado (La primera foto pertenece al establecimiento a finales de los años 20). Para nosotros se trata de una empresa a la que tenemos un especial aprecio y a la que dedicamos ya una entrada hace tiempo, recibiendo un muy cordial comentario por parte de su dirección; pero creemos que últimamente esta perdiendo un poco el rumbo y descuidando sus establecimientos, (quizá en beneficio de otras líneas de negocio) y parece que eso se esta reflejando en unos malos resultados económicos que le han hecho cerrar últimamente algunos de sus locales nuestra ciudad. Que duda cabe que también se puede achacar a la crisis, que a todos toca, pero creemos que deberían también saber mirar mas allá y ver por qué mientras unos establecimientos cierran otros están llenos, y con un concepto de negocio y producto similar.
Durante sus años de existencia la empresa ha pasado por distintas fases, intentando siempre ser fiel a un perfil de clientes y mantenerse al día, como ya dijimos en nuestra entrada, han sabido evolucionar bastante bien y adaptarse a los nuevos tiempos, modas, productos etc., complementando la panadería tradicional de sus orígenes, con bollería y pastelería, sándwiches (haciendo la competencia a Rodilla), embutidos y otros productos de alimentación (compitiendo también con otra tradicional en el sector como es Mallorca) e incluso cafeterías y servicio de catering, pero sin destacar sobremanera en ninguno de ellos, ni siendo lideres ni establecimientos de referencia.
Por casualidad el pasado sábado por la tarde y sorprendidos por la bajada de las temperaturas entramos en uno de sus establecimientos para tomar un típico chocolate caliente y un pastel. Lo hicimos en uno de sus establecimientos con más solera, el de, número 37 de la calle Goya de Madrid. En aquellos establecimientos en que es posible la empresa ha instalado dos áreas mas o menos diferenciadas: una mas cercana a la entrada donde adquirir los productos para llevar y otra con una pequeña barra y algunas veladores y/o repisas donde poder degustar el producto que venden en la primera zona acompañado de alguna bebida fría o caliente. Ya no se entiende ningún establecimiento de venta de este tipo de productos sin un área de degustación, los que no los tienen ven mermada su venta frente a los otros.
Para los que no conozcáis el local referido os lo describimos someramente. En el existen dos espacios claramente diferenciados: en el primero las vitrinas con el producto ocupan todo el lado derecho según se entra, y una serie de veladores bajos se sitúan enfrente, quedando entre ambos una buena separación física, suponemos para cuando se acumule el publico delante de las vitrinas éste no moleste al de las mesas.
En parte posterior se abre un segundo espacio, que suponemos que se añadió posteriormente para complementar la venta, donde se sitúa una pequeña barra en la que tomar algo, precedida por una vitrina de comida preparada para llevar o comer en el sitio y detrás el expositor de pan . Una repisa en la pared de enfrente con taburetes altos completan el espacio.
En el primer espacio su decoración art noveau de madera y espejos en las paredes, las lámparas colgantes (aquí con adecuadas lamparas de luz cálida) y las molduras de escayola del techo hacen que esta primera estancia tenga el ambiente y encanto de un establecimiento tradicional. En cambio los veladores pese a su pie metálico imitando a los antiguos no consiguen integrase en el espacio debido a su sobre en plástico imitando mármol; entendemos que son muy prácticos para su limpieza, pero no hay cosa peor que un material que aparenta, y además burdamente, algo que no es. Estos le restan carácter al espacio. Pero, a nuestro juicio, lo peor lo encontramos en el segundo espacio, con una iluminación excesiva a base de halogenuros metálicos sin ningún cristal difusor, lo que además de hacerlos peligrosos consigue que deslumbren si se levanta la vista mas allá de la altura de los ojos o si se ve su reflejo en alguno de los numerosos espejos que ocupan las dos paredes principales ( esto hace que la luz sea todavía mas excesiva). Vamos que te pide a gritos que te marches lo antes posible.
Como decimos esta sala tiene espejos en sus paredes, suponemos que con intención de que parezca mas amplia dado su escaso tamaño, situados unos como frente de pared y otros como fondo de la trasera del mostrador y enmarcados en cuarterones de madera, lo que en realidad consiguen gracias a la incorrecta iluminación es transmitir una sensación fría e incomoda, siendo el mas inadecuado el de detrás de la barra, pues refleja toda las traseras de las diferentes maquinas allí situadas. Además, en el se sitúan también unas cremalleras que sustentan una balda de cristal para dar apoyo a una serie de bebidas alcohólicas, colocadas en serie y muy separadas, cuya única finalidad es indicar que es posible tomarse también aquí un combinado, algo que aunque en un momento dado puede proporcionar algunos ingresos y clientes, no creemos que sea lo mas habitual ni idóneo para este tipo de establecimiento.
Desde aquí, si todavía nos leen, como tan amablemente nos hizo saber uno de sus directores en la anterior entrada, y como siempre con nuestra mejor intención, nos atreveríamos a hacerles notar lo fácil que seria actualizar, con la buena base que ya tiene, este establecimiento. Tan solo con un pequeño cambio de parte del mobiliario exento, corrigiendo la iluminación de la segunda sala (quizá le daría también un poco mas de personalidad alguna pequeña lámpara “de época” colgante encima de la barra) y sustituyendo algún espejo por otro material mas calido (nos parece practica y adecuada una cerámica de estilo vintage, tan de moda ahora, para la trasera de la barra, por ejemplo) y cuidando la colocación y el producto expuesto tras la barra, creemos que el espacio resultaría mas amable, ganaría en calidez y lo haría mas atractivo al publico.
Eso con respecto al espacio. Donde si queremos ser mas críticos es con su producto. De sobra son conocidos sus sándwiches, bollería y pastelería de buena calidad, pero si se ofrece la posibilidad de además de comprarlos para llevar degustarlos en el propio establecimiento, se debe cuidar también los acompañamientos para estos. Nosotros como hemos comentado antes tomamos dos chocolates y bollería, y si esta estaba muy buena, no podemos decir lo mismo del chocolate, de muy baja calidad, de escaso sabor y servido muy liquido (casi parecía mas un cacao soluble barato), pero a un precio normal y con un servicio (vajilla) y atención simplemente correctos.
En comparación, de ahí la introducción que hacíamos al principio, el domingo por la mañana repetimos la experiencia en uno de los establecimientos mas de moda últimamente en Madrid, Mama Framboise, ubicado en el mismo espacio que anteriormente ocupara un Starbucks en la calle Fernado VI y que en cambio tubo que cerrar por su escaso éxito. En este en cambio no cabía un alfiler, se respiraba un ambiente agradable, lleno de gente degustando sus productos.
Aquí, al igual que en el establecimiento anterior, las vitrinas van de lado a lado del local con una pequeña barra al fondo. Y en ellas también bastante público comprando. Aquí no hay precios visibles ni ofertas en los paneles, en cambio el producto, menos tradicional de raíces francesas y mas delicatessen, esta exquisita y milimétricamente colocado en las vitrinas y en la parte posterior. El resto del espacio lo ocupa el amplio salón.
La decoración aquí es la de moda, de estilo vintage, con reminiscencias a la campiña francesa y queriendo parecer antigua, pero totalmente artificial (este establecimiento no tiene los años ni la solera de Viena Capellanes), consigue ser agradable, calido y confortable. Mobiliario compuesto por mesas, sillas y sillones de diferentes estilos y procedencias, amplias mesas de madera en tonos blancos, sillas y sillones confortables, de diferentes estilos y procedencias, papel pintado y algún espejo en las paredes consiguen un ambiente muy chic. Ayudan a ello una vajilla de aspecto artesanal, así como los auxiliares que contienen los cubiertos, servilletas, azucarillo, etc. y un servicio atento en mesas, con personal joven y motivado.
Y aquí viene quizá el quid de la cuestión. Pedimos exactamente lo mismo que el día anterior en el otro establecimiento, chocolate y bollería. Si estas ultimas eran, cada una en su estilo, de muy buena calidad, en el chocolate con que las acompañamos una diferencia de 20 céntimos separa una calidad optima de otra menos que regular.
Creemos muy seriamente que hoy en dia, en los tiempos que corren y mas dada la situación actual, en los negocios hay que estar siempre atento, a todo: decoración, (ambiente, iluminación, mobiliario), servicio, atención, y sobre todo, el producto, el nuestro y el que lo acompañe, uno no puede desmerecer al otro. Nada debe descuidarse o lo pagaremos a largo plazo.
Las imágenes que ilustran esta entrada corresponden a los citados establecimientos Viena Capellanes de la Calle Goya y Mama Framboise en la calle Fernando VI
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Es una pena el descuido de Viena Capellanes.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo en lo que decís sobre cuidar todos esos aspectos pero, en concreto, la decoración de Mamá Framboise no me gusta. Tiene todos los tópicos de la decoración de moda pero muy mal aplicados (odio especialmente los marcos en "Rustico francés" de las pantallas de televisión) Luego que creo que un juego de café antíguo o viejo puede ser muy gracioso pero una taza desportillada, con grietas, puede ser peligrosa e insalubre. Una cosa es indudable: el éxito de Mamá Framboise. Está clarísimo que gusta mucho.
Un saludo
Uno, coincidimos contigo, Mama framboise no nos acaba de gustar del todo, le falta autenticidad, aunque ultimamente mas que nunca el interiorismo son escenarios teatrales mas o menos de carto-piedra que rememoran un espacio idilico, y se esta abusando tanto de este estilo que ya cansa.
ResponderEliminarEn cuanto al menaje no podemos compartir tu opinion, la vajilla no esta desportillada ni con grietas, es que es una vajilla artesanal y son las imperfecciones lo que le hacen bella,lo que se llama Wabi-sabi, la belleza de la imperfección.Para nosotros es de los mayores aciertos del local, aunque sobre gustos no hay nada escrito.
Un saludo
Queremos agradecer su aprecio y el interés que muestra en Viena Capellanes. Apuntamos las observaciones de mejora que nos sugiere, tanto de detalles de decoración, como de producto y atención al cliente, que valoraremos y tendremos en cuenta en nuestro proceso de mejora continua. En este sentido, nos gustaría hacer algunas consideraciones para matizar, algunos de sus comentarios.
ResponderEliminarNuestra Empresa cumplirá 140 años en 2013, y durante este tiempo nos hemos mantenido fieles a nuestros clientes y a sus necesidades, evolucionando desde una tahona hasta lo que somos en la actualidad, con una oferta amplia y moderna de servicios de restauración de calidad, que nos otorga la confianza de muchos clientes que nos premian con su fidelidad. No somos un negocio oportunista, intentamos atender necesidades de nuestros clientes con una excelente relación precio-calidad; y, aunque en casi todas las actividades que desarrollamos hemos sido pioneros, nunca nos hemos dedicado a presumir de ello ni a pretender enseñar a nadie. Simplemente lo hacemos y nuestros clientes lo valoran; es el único liderazgo que buscamos.
Los tiempos actuales no son fáciles, pero seguimos luchando contra la crisis con una filosofía basada en la calidad. El único cierre producido recientemente en la cadena (el del Local del Centro Comercial Tres Aguas en Alcorcón), no es tanto achacable a la crisis, como a otros factores de oportunidad empresarial. Es cierto que para desenvolvernos en una situación económica tan negativa como actual, estamos desarrollando nuevos modelos de negocio, pero no hemos descuidado el negocio tradicional, y constantemente introducimos novedades y mejoras para satisfacer las necesidades de nuestros clientes.
Nuestro local de la Calle Goya 37 es uno de los más representativos de la cadena. Por eso en su reforma integral, hicimos un enorme esfuerzo tanto económico, con la restauración de todos sus elementos originales, como normativo, para adaptarlo a todos los requisitos actuales sin perder su valor estético. Dicho local está catalogado en el Plan General de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, con un altísimo nivel de protección. Por otro lado, la finca es bastante antigua y con unas circunstancias constructivas que condicionaban las posibilidades de reforma del local. El proceso de concesión de los de obras tuvo un nivel de exigencia altísimo y vino condicionado por los criterios estéticos de los técnicos municipales responsables en aquel momento, que impusieron determinados elementos decorativos, incluidos los de la pequeña zona de cafetería añadida incorporando parte de la antigua trastienda. Toda la decoración del exterior (maderas, espejos, escayolas, columnas…) son originales y fueron restaurados para la reforma del establecimiento, salvo las lámparas que se repusieron buscando unas acordes con el ambiente.
En la zona interior, estamos de acuerdo en que el resultado final es mejorable en algunos aspectos de iluminación y decoración, que den más calidez. Le daremos alguna vuelta para intentar actualizarlo y hacerlo más acogedor, sin vulnerar la normativa municipal o el criterio de los técnicos; uno de los inconvenientes con los que nos tenemos que enfrentar en nuestros locales, que no imitan el sabor antiguo, sino que lo son.
Con respecto a los comentarios sobre nuestra bollería, pastelería y sándwiches, agradecemos la buena valoración que realizan, intentamos poner todo el esmero y seleccionar las mejores materias primas. Acatamos humildemente la crítica en lo relativo al acompañamiento del chocolate caliente a la taza, aunque también cuidamos lo accesorio, creemos que las deficiencias que comenta fueron debidas a una incorrecta manipulación de nuestra empleada, que no elaboró adecuadamente el producto, dejándolo sin consistencia y acuoso. Le pedimos sinceras disculpas y no dude que lo mejoraremos.
Gracias por su interés.Un cordial saludo.
Antonio Lence Moreno, Director General del Grupo Viena Capellanes.
No me gusta la luz del local, es demasiado amarillenta. Tampoco el color del barniz de la marqueteria, muy clasicón. Como alternativa propondria el Bar Schilling de Barcelona. (hay muchas fotos en google imagenes).
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ResponderEliminarEstimado Sr. Lence, nosotros también le agradecemos el interés que presta a nuestro blog. No es habitual que sea la propiedad la que conteste a los comentarios puedan hacerse de su empresa, y eso dice mucho de ustedes y la suya.
Como usted bien dice son una empresa muy antigua, y como dijimos nosotros en nuestra anterior entrada, han sabido evolucionar y adaptarse bastante bien a lo largo de su historia a los cambios que se han ido produciendo en el comercio, las costumbres, gustos de los clientes, etc. Es por ello que, como en la anterior ocasión, nuestra intención no ha sido otra que la de hacer una pequeña critica constructiva que sirva de ayuda para depurar esos pequeños detalles a nuestro entender susceptibles de mejora y le agradecemos también que así lo interprete.
Somos conscientes también de la difícil situación por la que atravesamos actualmente, y que tampoco nos es ajena, y sabemos también los esfuerzos que requiere mantener una empresa, mas aun de una envergadura como la suya y conseguir además un adecuado equilibrio en todos los aspectos de su negocio.
En cuanto a las dificultades que se presentan a la hora de actuar sobre determinados locales, las conocemos muy bien por nuestra profesión, y es por eso que no entramos en mayores consideraciones, sino que simplemente apuntamos pequeños detalles de iluminación, mobiliario etc. en los que es fácil intervenir y que pueden contribuir a que sus establecimientos, o el que nos ocupa en este caso, se identifiquen y valoren como lo que realmente son y usted mismo apunta, antiguos, sin que elementos a nuestro entender inadecuados puedan dar lugar a dudas en todos aquellos clientes o visitantes que no conozcan previamente su trayectoria. Como usted también apunta, se tuvo cuidado en la restauración de elementos antiguos y en la elección de otros nuevos como las lámparas para que estos fueran acordes, y hemos visto fotografías del local con otros veladores, es por ello que no entendemos no se haya seguido el mismo criterio al renovarlos o al elegir no ya la luminaria, sino la temperatura de color adecuada de estas en la sala interior. Estos dos detalles por ejemplo no están afectados por normativa y sinceramente creemos contribuirían a que realmente se apreciase el local de verdad como antiguo y no pudieran dar lugar a dudas de si tiene solo “sabor a”.
En cuanto a sus productos, efectivamente valoramos su calidad y es por eso que nos extraño tanto que el acompañamiento no estuviera a su altura. Nuestra intención al comentar ese aspecto es también constructiva, sabemos que es difícil que las cosas salgan siempre perfectas, y si fue algo puntual lo comprendemos, pero queríamos llamar la atención sobre el porque todos los que llevamos adelante un negocio sabemos lo difícil que resulta hacer un cliente y lo fácil que resulta perderlo, mas en un entorno tan competitivo como el que nos movemos hoy en día.
Agradeciéndole de nuevo su comentario y reiterándole nuestras mejores intenciones en los nuestros le enviamos un cordial saludo.
Reitero mi agradecimiento por su interés en nuestra Empresa, y por supuesto que acatamos la constructiva crítica realizada que seguro nos ayudará a mejorar.
EliminarRespecto a nuestro local, ya estamos estudiando algunas mejoras de la zona interior del local de Goya 37 en la línea de hacerlo más íntimo; y dentro de la voluntad de mejora continua de nuestro producto, y servicio, quiero contar a título de ejemplo, que desde el último año contamos con la colaboración de uno de los mejores Maestros Pasteleros de España (Francisco Somoza), que está ayudándonos a mejorar toda nuestra gama de productos de pastelería y a lanzar nuevas especialidades que permitan hacer más atractiva nuestra oferta en este área. Igualmente hemos realizado mejoras en todas nuestras restantes líneas de productos (sándwiches, catering, cocina casera, etc.), que nos permiten ofrecer a nuestros clientes una de las ofertas más amplias del mercado, por la que ya nos decantamos hace muchos años y que nos hizo cambiar y adaptar nuestros locales en muchos aspectos.
Como primicia respecto al producto que recibió su crítica, dio la casualidad de que precisamente en este momento y con la ayuda de nuestro maestro pastelero, estamos desarrollando para su próximo lanzamiento, una gama de elaboración propia de chocolates a la taza artesanos. Esperamos que podamos ponerlos en breve a disposición de nuestros clientes, para que puedan disfrutar de su exquisito paladar.
Gracias de nuevo por su interés. Un cordial saludo.
Antonio Lence Moreno, Director General del Grupo Viena Capellanes.
Antonio Lence,
EliminarEstamos seguros que esas pequeñas mejoras sumadas al buen hacer del Sr. Somoza contriburan a que sus clientes sigamos disfrutando como hasta ahora de una de las mejores ofertas del sector.
Por nuestra parte agradecemos tambien su consideracion e interes por nuestras opiniones. Reiteramos lo dicho en un comentario anterior: dice mucho de una empresa esa atencion y contacto con sus clientes desde cualquier medio.
Un cordial saludo.
EMILIO80
ResponderEliminarAunuqe las paredes si son de tono ocre amarillento, la iluminacion de la primera sala es corecta y de un tono calido, el exceso de amarillo es un efecto de la fotografia.En cuanto al barniz, es logico que sea clasico, estamos hablando de un local antiguo.
En cuanto al Schilling, no lo conocemos, pero investigaremos sobre el. gracias por la recomendacion.
Un saludo,
Me ha encantado el reportaje. Conozco Viena Capellanes desde niña. Me ha traído muchos recuerdos.
ResponderEliminarSEM
ResponderEliminarGracias.Para nostros tambien es parte importante de nuestros recuerdos, es por eso que lo sentimos cuando nos parece que no aciertan con algunas de sus acciones o cuando alguno de sus productos no esta a la altura a que nos tienen acostumbrados.
Un saludo,