Obsolescencia Programada




Muchos de vosotros seguramente visteis, o sino estaréis oyendo hablar, del documental que ayer domingo emitió la 2 de TVE “Comprar, Tirar, Comprar” y que a nosotros nos parece plantea un tema interesantísimo, nada nuevo por otra parte, del que surgen un montón de preguntas, reflexiones y análisis. Para los que no lo hayáis visto y estéis interesados en ello se va a poder visionar en este enlace durante las próximas dos semanas.

El documental plantea el tema de la obsolescencia programada, - el motor secreto de nuestra sociedad de consumo-, o lo que es lo mismo, la reducción deliberada de la vida de un producto para incrementar su consumo. Resultado de más de tres años de investigación, rodado en cinco países y coproducido por TVE, aporta pruebas de una práctica empresarial que se ha convertido en la base de la economía moderna y muestra las consecuencias medioambientales que se derivan de ella.



Su directora es Cosima Dannoritzer y también se emitirá próximamente en Irlanda, Francia, Inglaterra, Bélgica, Suiza, Finlandia y Austria. En él nos demuestra que el ciclo producción-consumo-desecho es cada vez más rápido, pero no es nuevo. Y es que desde los años 20 se fabrican productos para que tengan una duración limitada.

¿Quién de nosotros no ha pensado que los móviles duran cada vez menos? O ¿Cómo es posible que la batería de la cámara que compramos hace un año se haya estropeado y no exista manera de encontrar otra en el mercado?. Si además somos de los que tenemos ya una cierta edad y hemos conocido otros tiempos, nos preguntamos ¿Por que las cosas ya no se hacen como antes?



Pues no es que nos estemos haciendo todos mayores, es que hoy día existen chips que se instalan en productos electrónicos para limitar su uso, baterías programadas para una duración límite de un año... o sea, Obsolescencia programada, una práctica empresarial que se ha convertido en la base de la economía moderna a pesar de las terribles consecuencias medioambientales de un sistema que genera toneladas de residuos inútilmente.

Una práctica que comenzó en los años veinte cuando las principales fábricas de bombillas pactaron en secreto que la vida útil de sus productos debería reducirse de 2.500 a 1.000 horas para multiplicar sus ventas. Antes de este acuerdo, las bombillas duraban mucho más, como demuestra la bombilla que permanece encendida desde hace más de cien años en un parque de bomberos de Estados Unidos. U otros ejemplos reveladores como la durabilidad de primeros coches fabricados en serie, los Ford T, una nevera fabricada en la antigua Alemania del Este que lleva funcionando casi 25 años y cuya bombilla, la de la nevera, no ha sido necesario sustituir, o el caso de las medias de nailon a prueba de carreras, que triunfaron entre las mujeres en los años cincuenta y después desaparecieron misteriosamente del mercado.



Los ejemplos se suceden hasta nuestros días, donde los casos más claros se encuentran en los productos electrónicos, como impresoras o iPods. El caso de los iPod fue llevado a los tribunales por una abogada de San Francisco (Estados Unidos), denunció que Apple había aplicado la obsolescencia programada a las baterías de una generación de iPod, (se agotaban a los 18 meses y no se podían sustituir), con la intención de que el usuario se viera obligado a comprar otro. Un caso que llama la poderosamente la atención: según varias fuentes, las impresoras EPSON tienen incorporado un chip que limita el número de impresiones, lo que provoca que los consumidores desechen un producto que se encuentra en perfecto estado y adquieran otro nuevo cuando deja de funcionar. La solución a ese problema es tan fácil como instalar un software que restablece dicho contador.



La calidad de los componentes generalmente supone un incremento del precio final del producto y una mayor durabilidad de los componentes (no del producto). La diferencia entre cuándo un producto tiene una vida útil inferior o superior, necesariamente no implica que el fabricante esté haciendo uso de la obsolescencia programada, simplemente que la calidad de los componentes es inferior o superior, siempre teniendo en cuenta que exista una cierta harmonía cualitativa entre los diferentes componentes que lo componen. En el caso de Epson, sí que existe una intencionalidad que para nada está vinculada a la calidad de los componentes, sino al número de impresiones. Así que seria recomendable que valorásemos el producto o servicio antes de adquirirlo: la relación calidad-precio, la garantía, el servicio de posventa, el establecimiento...

"El documental no va en contra de ninguna empresa en concreto porque la obsolescencia programada es una práctica generalizada", según el productor ejecutivo del filme, Joan Úbeda, que ha aclarado que "el problema está en la filosofía del sistema que actúa de una manera claramente insostenible obligando a los ingenieros a crear productos poco duraderos cuando podrían ser mucho mejores". Maximizar beneficios y poca ética profesional. Tal vez esa sea la mejor forma de definir a un gran número de empresas, no a todas.



En el documental no solo nos exponen el problema, sino que también nos muestran algunas salidas o soluciones que ya se están debatiendo y que vienen de la mano del pensadores, empresarios e investigadores.

Así tenemos el caso del profesor emérito de economía de la Universidad de París Serge Latouche que defiende la teoría del decrecimiento, o el del empresario Warner Philips que ha comercializado una bombilla de bajo consumo que dura 25 veces más que las normales y cuesta 25 veces más cara.



Asimismo, el químico Michael Braungart aplica su teoría "De la cuna a la cuna" que consiste en modificar todo el proceso de producción para conseguir que todo el desecho pueda ser reutilizado.

Nosotros creemos que sea cual sea la salida, ésta vendrá desde la responsabilidad y la verdadera implicación de todos, cada vez tenemos más información, ya no vale con que nos vendan mensajes sobre el reciclaje para que no tengamos problemas de conciencia, nos han hecho creer que seleccionando la basura nuestros residuos ya no son un problema, cuando lo que hay que hacer es consumir de manera responsable. La economía deberá adaptarse al nuevo modelo y seguro que puede hacerlo. Menor consumo y más responsable.



Las imagenes que ilustran esta entrada corresponden a la Lomography Gallery Store en Londres junto con un video del trailer promocional del documental.

8 comentarios:

  1. Impresionante el programa.
    Viéndolo de nuevo he podido sacar que la web (en ruso) con la que resetea el chip de la Epson es ssclg.com (recomiendo entrar a través del google translate ruso>español).
    Aun no lo he probado, pero sí que tengo un Epson que palmó por causas desconocidas...

    Salu2 y enhorabuena por este pedazo de blog.

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  2. Guillermo, el caso de las impresoras debe ser el mas comun, a nosotros tambien nos paso con una antes de saber todo esto y la tuvimos que tirar y comprar otra :(, Ahora tenemos otra de la misma marca, por lo que estaremos atentos al tema.

    Gracias a ti por seguirnos y comentar, repite cuando quieras.

    Un saludo.

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  3. Pasa con casi todo (a mí, sin ir más lejos, ayer mismo con un exprimidor con un año justo de vida), y sin embargo los electrodomésticos antiguos duran y duran y duran... Y cómo me gustan las tiendas Lomography, recuerdo bien la de la calle (creo) echegaray en madrid, me lo habría llevado todo.

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  4. Squirrel, si, todos tenemos o hemos tenido en casa (propia o de los padres, no digamos ya abuelos, segun edad de cada uno) electrodomesticos que parecian eternos, de esos que el técnico decia ya no se hacen (y es cierto), recuerdo una nevera antigua de dos puertas y un calentador de gas Junquers todavia en uso...

    Lo de la Lomo tiene su gracia, una vez que cambias el chip, te deshinibes y te dejas llevar es divertido; es algo asi como las fotos que harias borracho (o las que haces, por que tambien se pueden hacer borracho).

    Un saludo,

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  5. cuales son las causas medioambientales de la obsolescencia programada

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  6. Anonimo, ¿Causas medioambientales? lo que tiene son consecuencias medioambientales como se dice en la entrada y en el documental.

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  7. Esta claro que hace falta una pagina web donde se vallan registrando todas aquellas marcas que hacen uso de la O.P. (obsolescencia peogramada).
    Seguramente recibiria ataques de la maxima magnitud por parte de la industria y sus muchos secuaces.
    Para poder sobrevivir en semejante contienda,deberia estar propiciada por la Unesco,o similar.
    ¿Cómo se hace para elevar esta propuesta hacia donde haga falta?
    Si alguien lo sabe,adelante.

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  8. Anonimo,

    Pues adelante. De todas maneras, segun los paises los fabricantes de productos estan obligados a un periodo de garantia, pero que nosotros sepamos nadie esta obligado a fabricar un producto que dure eternamente o un plazo de tiempo determinado(en este ultimo caso entonces tendriamos una obsolescencia programada "establecida por ley")

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