

Su arquitectura es representativa de principio del siglo XX y es el único mercado en Madrid con estructura de hierro que se conserva con su estructura original

Cuenta con una superficie de 1200 m2 y, después de dos años de obras, se han rehabilitado tanto su estructura como el interior dándole ese aire antiguo actualizado que tanto nos gusta y adaptándolo a las necesidades actuales. Se han respetando la arquitectura y su función, con suelos de granito, carpintería de roble y cristal, lámparas fernandinas nuevas y reproducciones de las palomillas que lo decoraban cuando se inauguró en 1916, manteniendo los soportes de hierro y la crestería de cerámica coronando la cubierta original.
Cuenta con 30 nuevos puestos, actualizados y un espacio central para eventos “gastronómicos”.
Cuenta con 30 nuevos puestos, actualizados y un espacio central para eventos “gastronómicos”.

El pasado sábado, día en que nos acercamos a conocerlo, había una gran cantidad de personas curioseando y tomando el aperitivo más que comprando, pero todavía se podía ver algún espacio sin comercializar o vacío. Nos gusto mucho el buen gusto en la rehabilitación del edificio y no tanto la disparidad estética de los puestos ni el enfoque resultante lejos del que intentaban vender en su publicidad.

Creemos que se ha quedado a medio camino entre lo que en un principio se pretendía como centro gastronómico de cierto nivel y el mercado tradicional. Un vecino de la zona no podrá ir a comprar todos los días, pues la oferta es limitada, solo hay un puesto de cada y a precios un poco elevados, pero tampoco es un centro exclusivo donde encontrar productos que no haya en otros sitios. Además, el exceso de locales de hostelería que abren hasta las 2 de la madrugada nos hace temer que, en un futuro y por la zona donde se encuentra, se convierta en un gran centro de hostelería.

Estamos bastantes sensibilizados con el tema de la rehabilitación de locales tradicionales para hacerlos rentables respetando su estética, digna de conservar, pero creemos que hay que tener clara su finalidad, emplear los métodos actuales de venta y tener una clara idea de lo que queremos conseguir, Como comentábamos en otro post no se puede pretender abarcar de todo en un espacio que no da para tanto; cuando intentas motivar a todo el mundo al final no motivas a nadie, pero esto lo trataremos mas ampliamente en una próxima entrada.
No puedo estar más de acuerdo. Yo vivo en ese barrio y solía hacer la compra (sobre todo fruta y verdura) en San Miguel, pero ahora parece un escaparate. Cuando vi que se podía fumar en el interior se me cayó el alma a los pies. Será un centro turístico, poco más. Disfrutaré del mercado de la cebada (qué pena, lo van a tirar, me encanta en su infinita fealdad) hasta que lod erriben.
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