En contraste con lo que contábamos en nuestra última entrada, en la que hablábamos de sobre el futuro del modelo de negocio de las librerías y las nuevas tecnologías hoy nos hacemos eco de uno de esos comercios históricos que tanto nos gustan, la que es probablemente una de las tiendas más antiguas de Barcelona, pues data del año 1823 y fue la primera herboristería que hubo en Cataluña: L’ Herbolari del Rei.
Durante casi doscientos años, esta herboristería, que abasteció a la Casa Real borbónica de Isabel II, fue propiedad de la misma familia, la familia Ballart, su fundadora. De hecho, el primer herbolario lo abrieron en otro lugar más cerca de Escudellers ya en 1818, cuando ni la Plaza Real ni la Calle Ferrán existían, y fue precisamente con motivo de la reurbanización de esta zona cuando, en 1923, se vieron obligados a trasladarlo a su actual emplazamiento en el número 1 de la Calle del Vidre.
Cuando murió el último descendiente de la familia fundadora, Manuela Ballart, la herboristería estuvo cerrada unos cinco años. En 1997 Trinidad Sabatés, su actual propietaria, que ya formaba parte del gremio de toda la vida, decidió, con ayuda del erario público (al fin y al cabo, su herbolario es un monumento), quitarle el polvo a la estatua de mármol de la fuente (ahora sin sanguijuelas) y reabrir sus puertas a la Barcelona del S.XXI.
El local tiene valor histórico y artístico. La decoración que hay en la actualidad es la misma desde los alrededores de 1860, cuando Isabel II dio el título de "Proveedor de la Real Casa" al establecimiento; fue entonces cuando Francesc Soler i Rovirosa, un conocido escenógrafo de teatro, la decoró al estilo isabelino.
La tienda luce gran variedad de manifestaciones artísticas; entre otras una galería con oleos antiguos, y armarios repletos de cajones con acuarelas. La decoración es de un azul cielo tirando a verdoso, combinado con filetes de oro y policromías que representan ramos floridos o afrutados de hierbas diversas y pequeños personajes.
El establecimiento cuenta con figuras exóticas de indios de America en los escaparates, y tiene en el centro de la tienda una fuente de mármol, obra de los italo-germano Baratta, en la cima de la cual hay un busto del mas celebre los botánicos, el sueco Linneo, vestido con casaca y con la típica peluca del siglo XVIII. El pueblo conocedor de las monedas llamadas “onzas de peluca”, creyó que era un retrato del rey, y de ahí viene el nombre popular de El Herbolario del Rey.
La tienda fue parcialmente restaurada el 1997 con la ayuda de la Generalitat de Catalunya, recuperando así una de las joyas del comercio barcelonés.
Este histórico establecimiento, al igual que otros que os iremos ofreciendo en próximas entradas, lo conocimos a raíz de una separata de la revista Apartamento en la que se recopilaban unos exquisitos dibujos de Aurora Altisent. Como descubrimos más tarde, esos dibujos pertenecían a varios libros ilustrados por esta artista, uno de los cuales, Botigues de Barcelona, ya descatalogado, pudimos adquirir en una librería de viejo y al que pertenece la imagen que abre la entrada.
Podeis ver un interesante video sobre la tienda en este enlace
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