Samaral - Crónica de un Cierre Anunciado




Como comentábamos la semana pasada Septiembre es el mes en el que se hace más palpable el cambio en el panorama comercial, pues cuando paseas por sus calles principales te das cuenta de las nuevas aperturas y también de algunos cierres significativos.



Próximamente hablaremos de las mas importantes aperturas y actualizaciones que se han realizado en estos meses en Madrid, que es de donde tenemos mas datos, desde la mediática Apple Store que abrió este pasado sábado en Barcelona y lo hará el próximo sábado en Madrid, pasando por el cambio de imagen de Oysho, recién estrenado en Madrid después de abrir la pasada primavera en Barcelona y Paris con una imagen muy interesante que queremos comentar, continuando por tienda de Onitsuka Tiger en Fuencarral y las próximas aperturas de la flagship de Adolfo Domínguez e Imaginarium en la calle Serrano entre otras.



También tenemos que lamentar el cierre de algunas tiendas significativas, como son Armani Collezioni y Emporio Armani ambas en la calle Serrano y la entrañable Samaral en la Gran Vía.

Del cierre de Armani decir que nos da una idea de la situación por la que atraviesa el comercio en este país y a nivel europeo.



En el caso de Samaral nos da mucha pena sobre todo por la fachada y la tipografía del rotulo dispuesto en el primer piso, ocupado por unas oficinas, que da a la fachada una mayor sensación de altura y se había convertido en un símbolo del comercio en la Gran Vía.



Pero en el fondo esto es la crónica de un cierre anunciado. El comercio es, como decía Darwin en su teoría sobre los orígenes de las especies, un mundo donde “el que se adapta al medio sobrevive y el que no muere y se extingue”.No nos gusta hacer leña del árbol caído y menos de éste, pero creemos que de los aciertos hay que aprender pero también de los errores y vamos a comentar algunos que ya habíamos observado en dicha tienda.



Samaral abrio en el año en 1934. José Pérez de Santa María Altisent había estado trabajando en la tienda de sus tíos, cuando decidió independizarse. Con la Gran Vía inaugurada poco años antes, ya comenzaba a ser lugar de paseo emblemático tanto para madrileños como foráneos. Su idea fue abrir una camisería al estilo de las londinenses, de categoría. El cliente se sentaba en una silla colocada al lado del mostrador, donde se le 'mostraban' todos aquellos productos que le pudieran interesar.

A las camisas les siguieron los complementos, corbatas, cinturones, bolsos.... Se ofrecían muchos productos de importación traídos de Londres. Con gran éxito en la época pues se identificaba con elegancia y “estilo”.



Fue pionera en ver la importancia que tenía el escaparate en ese momento para la venta e introdujo una novedad comercial como era el hall de escaparate en forma de herradura (este recurso fue muy bueno cuando la venta se realizaba a través del escaparate hoy en día esto ha cambiado y el escaparate es una imagen del producto que se posee, el amplio surtido esta en el interior y hay que hacer pasar al cliente dentro para que vea lo máximo posible).



Entrando conservaba sus mostradores delante de los expositores. Todo en madera. con un trabajo notable de carpintería, buenas lámparas, apliques metálicos de corte art-déco de latón o de metal cromado, cuidada y bien conservada, pues no se había tocado casi nada desde su inauguración. Muy bonito como detalle estético, pero sabemos que desde hace años como se vende es adaptándose a las técnicas de ventas que demandan los tiempos y hace años viene determinada por la exposición atractiva de la mercancía y dejando libremente acceso a la misma y no apilada detrás de un mostrador.



Al pasar de los años, dejo de ser la tienda emblemática que era, pues no supo actualizarse y acusó el deterioro que sufrió la calle en unos años determinados, así como el declive comercial de este primer tramo de la Gran Vía, mas turístico, hizo que se decantara por la introducción de artículos náuticos y souvenirs; creemos que este fue otro error, (pero le permitió subsistir durante algunos años más), pues la mezcla de productos tan dispares es una perdida de entidad para el negocio, que no se llega a saber muy bien a que se dedica (ni es de regalos ni es textil). La mercancía no se actualizaba, estaba amontonada por producto, por ejemplo todas las camisas apiladas en sus respectivas bolsas, detrás del mostrador (algo impensable en el comercio en la época actual).



A pesar de las no muy buenas ventas que realizaban, se permitían el lujo de cerrar relativamente pronto y los sábados por la tarde, que es cuando la zona tiene mayor trafico de posibles clientes.

La dirección y dependientes eran de una cierta edad, no supieron introducir sangre joven que tuviese una idea clara que revitalizase el negocio. Con algunos descuidos nefastos como apuntaba nuestro amigo Squirell en uno de sus blogs, hace tiempo, llamando la atención que el escaparate que daba a la calle Caballero de Gracia se había dejado abandonado con prendas deterioradas, con precios en pesetas, cuando el euro hacía ya bastantes años que estaba en circulación.



La puntilla al parecer según los propietarios ha sido la ley de alquileres de renta antigua, que pasado una cantidad de años, se pueden revisar y de las rentas bajas que pagaban, con el auge de la calle, los propietarios están pidiendo cantidades acordes a los tiempos imposibles de amortizar con la venta que actualmente realizaban.En fin, como decíamos, lamentamos el cierre de otro comercio tradicional de Madrid, exponemos los hechos tal como son y conocemos.

Las criticas las hacemos desde el punto de vista constructivo y con el máximo respeto, esperando sirvan de llamada de atención para otros comercios que aun sobreviven en parecida situación.

2 comentarios:

  1. Es una verdadera lástima pero, como decís, se veía desde hace tiempo como algo inevitable. No me voy a enrollar, la vez anterior que escribí sobre Samaral hubo gente que se ofendió y no es ni mucho menos mi intención. Sólo espero que quien reflote el local tenga el buen gusto de mantener los mejores aspectos del diseño interior original. Imagino que el logotipo será insalvable porque debe ir unido a la familia, y eso sí que es una pena porque es uno de los mejores logos de cualquier establecimiento madrileño. El montaje final de vuestra entrada así lo demuestra.

    Y millones de gracias por el enlace, últimamente estoy con nostalgia del antiguo blog.

    Abrazos fuertes

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  2. Squirrel, precisamente hoy al preparar un proximo post sobre la nueva imagen de Oshyo y como la estetica en el comercio va, ya desde hace tiempo, pasando del minimalismo a ambientes con detalles mas calidos, hablabamos entre nosotros de lo bien que quedaria una recuperacion de Samaral en ese sentido, o algo asi como lo que se hizo en la antigua tienda de granos de la calle Hortaleza al transformarse en Optica Toscana, ¿Alguien se apropia la idea?.

    En cuanto a lo del logo, marca, rotulo, etc, si lo tienen registrado se lo puede vender al proximo propietario, no hay ningun problema en ello ¿Lo sabran los actuales propietarios? ¿Lo habran estudiado como futura fuente de ingreso?

    Sea como sea,nosotros tambien esperamos que no se pierda del todo.

    A los hijos simpre se les echa de menos

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