Actualización de una Instalación Tradicional



Los que nos seguís habitualmente sabéis que uno de los temas de los que mas hemos hablado en este blog es el de la actualización de los comercios tradicionales.

Otro tema frecuente y relacionado con el anterior es el de conservación
(también convenientemente actualizadas y/o restauradas) de las instalaciones de muchos de ellos cuando estas merecen la pena. En muchos casos se hace para continuar con la misma actividad, pero en otros, y aquí quizá esta la mayor dificultad, puede hacerse para una nueva actividad que en nada tiene que ver con la original.


Si en el primer caso a veces no es fácil llevarlo a cabo, en el segundo, la mayoría de los nuevos propietarios no saben como hacerlo y en muchos casos tras una intentona errónea acaban cerrando. Pero desde hace un tiempo venimos observando como algunos jóvenes emprendedores están haciéndose con algunos viejos locales y tras unas acertadas actualizaciones, (en muchos casos sin gran desembolso, pintura, textiles, algunos muebles, e iluminación) realizadas en solitario o de la mano de algún profesional, consiguen llevar al éxito sus iniciativas profesionales y de paso recuperar un pedazo de la historia del comercio de sus ciudades.


Interesantes iniciativas, en estos tiempos en los que en casi todos los proyectos que nos llegan los empresarios intentan economizar todo lo posible e incluso aprovechar parte de las instalaciones preexistentes, tengan estas o no, algún valor. Cuando la instalación anterior es buena, merece la pena intentar recuperarla y darle un nuevo aire con algunos elementos actuales, podemos conseguir así una instalación actual y destacada, pero debe hacerse bien y con cuidado, si no, lo que resulte puede haber pasado de bueno a mediocre.


Algunos ejemplos de lo primero lo estamos viendo sobretodos en negocios de restauración como bares y algunos restaurantes y sobre todo en el sector textil. Como a veces mostrar un buen ejemplo vale mas que mil palabras, hoy os traemos una nueva tienda que ha abierto sus puertas en el numero 2 de la calle Fernando VI llamada “Le Marche aux Puces “ (El Mercado de las Pulgas) y que partía de una instalación previa, en este caso de una antigua librería, “Librería Agrícola”.

Mediante la utilización de algunas piezas de muebles vintage y mobiliario retro, Le Marche aux Puces ha sabido integrar las tendencias de la moda masculina actual en el interior de una antigua librería del S. XX.


A destacar también la sobria y elegante labor del visual Merchandising, punto fundamental en este tipo de comercio para diferenciarlos de otros con una colocación mas tradicional y pasada de moda.

La instalación inicial que creemos data de los años 70, está realizada casi toda ella en madera, con estanterías en todo el perímetro y altura, con una escalera deslizante con ruedas para acceder a la parte superior de las estanterías; como correspondía a un establecimiento de ese tipo. En uno de los laterales, próximo a la entrada se sitúa un largo mostrador fijo, - el antiguo mostrador de caja - que se adapta a la arquitectura del local al tener integrados dos de los pilares del local, ha pasado a ser un elemento más de exposición y se han colocado encima algunas vitrinas exentas, para dar categoría a algunos artículos.


Aprovechando su altura, el local cuenta también con una pequeña entreplanta que permite ganar así unos metros mas de superficie.

Para su recuperación se han eliminado todos los elementos sobrantes, dejando solamente los principales. Se ha eliminado también algunas baldas de las estanterías dejando mas espacio para exponer los nuevos artículos. En las zonas más altas, de difícil acceso pero a la vista, se han colocado a modo decorativo, cajas de zapatos, y algunos otros elementos de atrezzo,e incluso libros, recordando asi la antigua actividad del local.


La nueva instalación se ha completado con sillones, alfombras y algunas piezas de mobiliario vintage y nuevo diseño (como la nueva caja de cobro) .

Un punto importante de la actualización ha sido el de la iluminación, a las lámparas de araña en cristal que aportan carácter al establecimiento, se han sumado downlights orientables empotrados en el interior y discretos carriles de halógenos para el escaparate.


Quizá de todo, el elemento que menos acertado nos parece sea el nuevo mueble de caja, con un aire industrial, pero aun así, no estorba demasiado dentro de la nueva instalación.


Otro elemento dudoso, no por su estética, sino por su funcionalidad, es la puerta de acceso. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, ese tipo de puertas bastante opacas enfrían la venta, los clientes no se atreven a traspasarla con facilidad, aunque se intente remediarlo, como en este caso, manteniendo una de sus hojas abierta.

El diseño ha corrido a cargo de Francisco Segarra, con piezas de mobiliario vintage que él mismo distribuye bajo el nombre de FS Mobiliario.

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