En muchas ocasiones parece como si para los clientes y el público en general recurrir a los servicios de un profesional del interiorismo para que les realice un proyecto fuera más un costoso gasto que una inversión para su negocio. Piensan que además del costo de sus honorarios lo que va a proponerles va a ser una instalación de precio elevado.
Y nada más lejos de la realidad, por regla general, el buen profesional se ajustara lo más posible al presupuesto de su cliente, jugando con todas las variantes posibles y todos los medios a su alcance para poder llevar a cabo su propuesta sin perjuicio para su cliente. Lo realmente importante son las ideas, sin ellas no existe nada.
Cuando un cliente recurre a un profesional, este le va a evitar errores que él cometería por su poca practica, ademas de asesorarle de como conseguir productos con un precio más competitivo, alternativas de materiales por otros de precio más ajustados a su presupuesto y un muchos otros pequeños detalles que al final hacen que el espacio resulte idoneo y el cliente se sienta satisfecho de habele contratado. Esta es la labor del interiorista como persona de confianza del cliente, que es para el que trabaja y por quien tiene que mirar. Los clientes son para nosotros los profesionales las figuras mas importantes, sin las cuales no podriamos subsistir, los necesitamos para llevar a cabo nuestras ideas y las suyas.
Si nos paramos a pensar, hay instalaciones de establecimientos comerciales que a pesar de su bajo costo están muy bien ideadas para resultar comerciales y de optimo resultado. De las ultimas destacaríamos las de las ahora populares tiendas Tiger, de las que ya hablamos cuando abrieron sus primeras tiendas de Madrid. Lo cierto es que es una imagen muy rodada por la marca, que han ido adaptando y perfeccionando una idea básica, pero no se puede negar que las tiendas resultan muy atractivas y funcionales: producto a la altura de la vista, practico almacenaje en contenedores con ruedas en la parte inferior de la exposición – esto además permite en un momento dado dar una nueva disposición a la tienda o en caso de no funcionar, recoger el mobiliario e implantarlo en un nuevo establecimiento sin problemas - iluminación económica y efectista que solo ilumina y llama la atención sobre el producto y deja el resto del espacio casi en penumbra...
Como el anterior tenemos otros múltiples ejemplos: los establecimientos de la marca Aeshop, la sala Vip de Teresa Sapei en la edicion de Arco 2012 entre otros, y aunque es cierto que son instalaciones en apariencia sencillas, es solo eso, apariencia, concebirlas y llevarlas a la práctica es mucho más difícil de lo que el público en su mayoría cree.
No todos los profesionales están dispuestos al trabajo que ello supone, siempre es más fácil recurrir a elementos e ideas ya existentes, ya que si una parte de sus honorarios o todos dependen de ello lo que les interesa al final es que la suma de la intervención cifre para poder llevarse su parte. Y aquí viene el error por parte del cliente, éste está dispuesto a pagar por elementos, accesorios, etc. pero no tanto por ideas; por ello cuando a un cliente se le hace una propuesta basada por ejemplo en una acumulación de por ejemplo cajas, colocadas con una cierta intención, no siempre es entendida ni todos están dispuestos a pagar por ello, pues les parece que “eso lo puede hacer cualquiera”, cuando no es así, o al menos no hacerlo bien y además obtener un buen resultado. Despues tenemos que bregar para conseguir que los diversos profesionales y oficios lleven a cabo esa idea, pero ese es otro tema.
Cuando se piensa en interiorismo, debe considerarse no como un gasto, sino como una inversión. Una inversión, mayor o menor dependiendo de nuestras posibilidades, que puede llevar a nuestro negocio a hacerlo más atractivo y más reconocible para nuestra clientela y diferenciador de nuestra competencia, además de inculcarle un valor añadido que puede hacer parecer mejor el producto de lo que realmente es, lo que sin duda puede redundar en mayores ventas y mejores resultados que nos hagan amortizar esa inversión en un corto plazo.
Las imágenes que ilustran esta entrada son un claro ejemplo de una instalación de esas “aparentemente” sencillas, de gran efecto y cuyo valor reside en la idea y en una correcta ejecución, no en los materiales. Pertenecen al local diseñado por VAUMM para la empresa Deskontalia en Donostia (San Sebastián) y dedicado a la recogida de los productos comprado a través de su web.
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Gran reflexión la de que "el interiorismo, debe considerarse no como un gasto, sino como una inversión". Sin duda invertir en interiorismo puede reportarnos muchos beneficios tanto en una vivienda particular cómo en un local de cara al público...
ResponderEliminarPersonalmente me atrae mucho la decoración minimalista, sin complicaciones pero a la vez con una fuerte personalidad, La decoración de este duplex de lujo en Barcelona vendría a ser un buen ejemplo.
Gracias por el aporte.