

Con un «look» que recuerda a las vestimentas de los moteros de cuero y tacón cubano, Marino adquirió nombre y prestigio en los 70 después de decorar la casa de Andy Warhol en Nueva York. Supo aprovechar la jugada, y de inmediato recibió el encargo de crear todos los espacios de Barneys en Manhattan, transformando un clásico edificio en la Avenida Madison en una tienda de retail cargada con una elegancia y sobriedad que se mantienen vigentes hasta hoy. Como el mismo dice “estaría orgulloso de haber conseguido atmósferas que no pasan de moda. Es muy fácil caer en la trampa de lo trendy. A lo que aspiro es que en tres, seis o nueve años ,los clientes de las tiendas que he diseñado continúen diciendo ¡ Adoro este lugar !.


Por supuesto con Marino no se habla de precios ni presupuestos: le gusta el estilo francés, acudir a los anticuarios para comprar obras de arte y levantar las mansiones por dentro para dar su toque personal. Como era de prever, Arnault se fijó en su talento y le encargó la restauración de la sede de Dior en la avenida Montaigne de París.

El cambio fue radical, pero funcionó. De la elegancia tradicional de la firma se pasó al barroquismo de Marino con toques de leopardo, dorados y brillos para dar un aspecto mucho más extravagante que gustó tanto que desde entonces recibe casi todos los encargos de ese grupo.

Cada imagen o mueble que elige para sus proyectos, sin hacer diferencia entre tiendas, casas u hoteles, es un modelo exclusivo que elabora sólo para ellos. Odia copiarse o repetirse. Y aunque su tema recurrente es el lujo, cada marca la trata como una pieza única que habla con su propio lenguaje.

Sus obras se pasean por la estética y el confort. Un estilo que él define como atemporal, grandioso y pulcro, y que consigue con la elección de cristales, mármoles y tapices; con el uso de dobles alturas y fachadas sofisticadas; con diseños únicos. Según su filosofía, basta con situar una sola pieza de arte o un mobiliario antiguo auténtico para que una habitación cobre vida. Para el futuro, la tendencia, asegura, será una mezcla de materiales High Tech y piezas de lujo. Un contraste entre la estética futurista y los elementos clásicos.




Me gusta bastante la obra de Peter Marino, en mi opinión su dierño más bonito en NY son los grandes almacenes Barney's, que tienen, entre otras cosas, unos suelos de mosaico maravillosos y la mejor sección de ropa de hombre que exista. Luego Marino es un personaje curioso, es un motero vestido de cuero de los pies a la cabeza... algo que obviamente nos e refleja en sus diseños, que son siempre de una armonía y un buen gusto exquisitos.
ResponderEliminarEfectivamente, por suerte su apariencia no tiene nada que ver con sus obras, si asi hubiera sido no creemos que hubiera encajado en según que firmas, aunque quiza si en otras diferentes, nunca se sabe.
ResponderEliminarLo unico reprochable es que ultimamente algunos de sus espacios se parecen tanto que no llegas a distinguir de que firma se trata.