Nuestros establecimientos deben especializarse y ofrecer un estilo claro y determinado. Nos dirigimos a un cliente concreto, no a todos los ciudadanos, pues si no, dispersaríamos nuestro negocio y no explotaríamos todas sus oportunidades.
El escaparate es en si mismo una tarjeta de presentación del tipo de producto que ofrecemos, pero define también la calidad de los productos, si es un tipo de producto exclusivo o va dirigido al gran público, y todo aquello que un potencial cliente busca, productos que se relacionen con su propio estilo de vida.
Para ello no es necesario exponer toda la mercancía que tenemos en la tienda en el escaparate, sino que este debe ser una manera de mostrarle mediante una cuidada selección de productos y acompañada de una cuidada decoración el tipo de mercancía que puede encontrar en el interior.
Un escaparatista es el profesional que une y refleja ambos mundos, y un buen escaparate aumenta nuestras ventas, perfila nuestros clientes, y marca nuestro estilo propio, diferente del resto de establecimientos que ofrecen lo mismo, es la mejor inversión en publicidad para nuestro negocio
La tienda a su vez tiene que ser la continuación del escaparate.
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