Invasión Oriental

A veces, no sabemos si por casualidad o porque se ponen de acuerdo, hay temas que saltan a todos los medios de comunicación a la vez y en estos días hemos visto en diversos periódicos e incluso en reportajes de telediario como hablando sobre la crisis del comercio de cercanía y el cierre de muchos establecimientos (en algún medio dice que a una velocidad de casi 80 a100 tiendas diarias) se hace referencia a que mientras esto ocurre los ciudadanos orientales no paran de quedarse con negocios y abrir nuevas tiendas.

Este tema preocupa y mucho, por lo que ya lo hemos tratado en alguna otra ocasión, incluso hemos escuchados ciertos bulos que corren como el de que no pagan impuestos y hasta en la cámara de comercio de Madrid, en unas conferencias a las que asistimos algún pequeño empresario abordo la cuestión. La negativa por parte de la dirección de dicha cámara fue total, y al final le dijeron a la persona que hacia la pregunta que si quería, podía sacar una licencia de bazar para su negocio y hacer lo mismo que ellos.

Personalmente este tipo de noticias nos desaniman un poco, pues estamos abandonando todos los sistemas de producción y comercialización tradicionales, en parte por pereza y porque creemos que no son rentables, esperando que el trabajo duro lo hagan otros y nosotros ser unos privilegiados. De continuar así creemos que los privilegiados serán ellos y nosotros tendremos que remangarnos y trabajar duramente.

Lo cierto es que no hay datos precisos de cuantas empresas orientales (no nos gusta la palabra chinas) funcionan en nuestro país, se habla de mas de 15.000. Y si hace unos 15 años, cuando comenzó el desembarco masivo de población oriental, casi todo eran restaurantes y 'todo a cien', hoy poseen además unos 2.000 ultramarinos y más de 1.000 almacenes para mayoristas. Han continuado con tiendas de moda y se están haciendo, con suculentos traspasos, con muchos bares tradicionales.

Se suelen encontrar agrupados en zonas porque así se ayudan entre ellos, un dato curioso que destaca uno de los artículos que hemos encontrado es que casi el 80% de los chinos que llegan a España provienen de la misma provincia, Zhenjiang.

La comunidad china es considerada la menos integrada de cuantas han llegado a España. Ellos aseguran que la culpa la tiene el idioma, principal barrera para su integración. La mayoría de chinos que llega a España lo hace a través de amigos y familiares que ya están aquí. En realidad, se trata de un fenómeno migratorio como otro cualquiera. Los que ya están aquí les dejan dinero, les ofrecen trabajo y, en muchos casos, les alquilan los pisos. Esto hace que muchos convivan entre ellos las 24 horas, algo que obstaculiza su integración.

Desde la Asociación de Comerciantes Chinos en España (Acce) advierten de que la crisis está afectando, y mucho, a la comunidad china. Aseguran que en los dos últimos años las ventas en España por parte de comerciantes chinos se han reducido en algunos lugares hasta un 50% y los cierres de negocio alcanzan el 30%. Además, muchos comerciantes se quejan de que de un tiempo a esta parte, los ayuntamientos y el propio Gobierno les está poniendo trabas para darles las licencias que les permitan abrir sus tiendas. "Y nos ponen pegas -dicen- en un momento en el que deberían facilitar que la gente trabaje".

La mayoría de comerciantes españoles ven como una amenaza el desembarco de empresarios chinos. Critican que 'revientan' los precios y sin embargo los comerciantes chinos aseguran que la calidad también es menor. Además, explican que forman un contingente regularizado y afiliado a la Seguridad Social que aporta mucho a la economía española. Felipe, como todos conocen a este comerciante chino que lleva desde los 80 en Madrid, explica que "nuestra cultura es la del trabajo porque, como todos, queremos vivir bien". Fuera del trabajo la comunidad china tiene sus propios festejos y costumbres. Además, apenas utilizan la Sanidad española y los ancianos regresan siempre a China. "Algo de lo que deberían alegrarse los españoles porque cotizamos pero no cobramos jubilación", añade Felipe.

Pagan impuestos y no reciben subvenciones. Existe la creencia de que los empresarios chinos están exentos de impuestos los primeros años. Es falso. Y tampoco es cierto que reciban subvenciones de su gobierno. Sólo las reciben si montan su negocio en China. Es cierto que algunos productos que comercian no son declarados. Ni son cerrados, ni crean guetos ni mafias. Agrupan sus tiendas por razones de marketing, pero no crean guetos.

Enterrados en el mismo lugar donde nacieron. Siempre han circulado rumores morbosos sobre el paradero de los cadáveres chinos. Lo único que pasa es que en China es tradicional ser enterrado en el mismo lugar en el que naciste. No son máquinas de trabajar 24 horas Tienen instinto para el negocio, pero los chinos también descansan el fin de semana y tienen vacaciones. Ni mucho menos todos duermen en sus tiendas.

Para muchos antropólogos, la segunda generación de chinos, ya nacidos en España, será la que se integre, ya que hablan español y vivirán toda su vida en nuestro país, desechando los tópicos.

Acompañamos este articulo extraído en parte del diario gratuito Que! titulado “El comercio chino arrasa en la calle” y con el reportaje televisivo dedicado al mismo tema ofrecido por Cuatro. No hemos podido localizar otro reportaje también muy interesante que emitió Tele 5 en el que hablaban de cómo están haciendose con de los tradicionales bares y restaurantes de comida española ofreciendo suculentos traspasos a sus propietarios.

Las imagines que ilustran esta entrada corresponden a diversos corners de la firma Issey Miyake en una linea que han llamado 24 diseñada por el Studio Nendo.