En un principio, el matrimonio Missoni comenzó su andadura tan sólo con unas máquinas de tejer, con las que confeccionaban prendas de punto que luego vendían a otros diseñadores.
En la década de los sesenta decidieron comercializar los diseños con su propia etiqueta y en 1966 vio la luz su primera colección en Milán, que supuso una revolución gracias a unos renovados dibujos en las prendas de punto, sorprendentes por su ruptura con lo presentado hasta entonces.Hoy en día, Missoni cuenta con una línea de calzado y fragancias, además de las líneas Missoni Uomo y Missoni Sport e incluso Missoni Home, en un intento por trasladar al hogar el universo de colores y estampados de la marca.
Como muchas empresas textiles y de moda, y más si son latinas, están muy ligadas al concepto de familia, con el peligro que eso tiene, en las empresas familiares con el paso de las generaciones surge la decadencia y el declive de las mismas.
Hay una teoría sobre las tres generaciones, con poca base científica pero con mucho calado, que dice que la primera generación de una saga es la que idea la empresa y la lleva a triunfar, la segunda se dedica a preservar lo conseguido, y la tercera dilapida el negocio.
Y esto parece que es lo que le puede estar sucediendo a esta empresa, a juzgar por lo leído este fin de semana en un reportaje firmado por Ines Muñoz para El País Semanal y en el que la heredera de la marca nos ha dejado sin palabras por lo atrevida que puede ser la ignorancia y el creerse superior a la media por haber nacido donde se ha nacido.
Según nos cuenta la periodista, Margherita Missoni (27 años) y heredera de la firma, ha venido a Madrid en una especie de acto promocional de sí misma y de la firma que lleva su apellido. Como es habitual tiene diversas entrevistas con periodistas especializados, hasta ahí lo habitual, pero la pobre periodista se queda de una pieza cuando la recibe en albornoz y con los rulos puestos y comentándole que la noche anterior un, "nos tomamos la última y a casa", se le alargó hasta las cuatro de la madrugada. Vamos, lo normal.
Margherita es otro exponente de un fenómeno contemporáneo: el de las herederas que no restan, sino que suman. Un cruce entre empresarias, chicas de sociedad y modelos / actrices cuya mera existencia añade ceros a las arcas familiares. Aunque ésta, de intachable currículo en lo que a escándalos se refiere, a ella no le preceden los excesos ni la fama de exhibicionista descerebrada.
No hay cifras sobre la repercusión real que ha tenido en la facturación de Missoni el que Margherita se convirtiera en su cara más reconocible, ya que ha pensado que, por qué contratar a una modelo si ella lo va ha hacer mejor. Aunque no carece de atractivo físico, no es una bomba sexua, está en ese término medio de la belleza femenina que equivale al adjetivo "mona". Su rostro en campañas publicitarias, su presencia en las listas que elaboran las revistas femeninas de las mejor vestidas... Margherita significa cobertura mediática. Visibilidad.
Parece la sucesora más probable. Es de la familia y quiere dedicarse a esto. No solo posando en revistas y photocalls vestida de Missoni. Con el tiempo, podría sustituir a su madre, Ángela, en el cargo de directora creativa, el que antes desempeñó su abuela Rosita. De hecho, ya ha trascendido sus labores de representación. En el desfile de la firma celebrado el pasado mes de febrero en Milán se estrenó como diseñadora con un puñado de bolsos, pulseras, zapatos y fulares, y esta temporada ha contribuido a la línea de accesorios con una colección de gafas de sol.
La jugada es maestra. Y Margherita tiene los suficientes argumentos como para defenderla: "No tengo que probar ante nadie que soy más que una heredera. Ni siento la necesidad de pedir perdón por tener este trabajo. Más difícil lo tienen los diseñadores contratados por una marca con solera. Ellos tienen que conjugar su estética con la que les legó su predecesor. En cambio, a mí no me supone ningún esfuerzo ver el mundo a través de los ojos de Missoni. Mi estilo es diferente al de mi abuela y mi madre. Pero las tres tenemos el mismo gusto. Igual que yo no podría diseñar para otra marca, no creo que nadie pudiera hacerlo tan bien como yo en esta. Estoy aquí por ser de la familia, pero si no fuera de la familia no estaría aquí. No ha sido nada premeditado. Es algo que simplemente ha pasado".
Pero la ascensión de Margherita dentro de su propia firma no siempre fue tan plácida. Los lazos un día fueron cadenas.. Por eso a los 20 años se fue a Nueva York. A terminar la carrera de filosofía y empezar la de teatro. Sus logros en este ámbito se resumen a un papel en la representación de fin de curso del Instituto de Teatro Lee Strasberg.
Margherita sacó un pie de casa solo para comprobar que fuera hace frío. Su bocado a la realidad (relativo, pues estuvo viviendo en un loft del Soho que su abuela se empeñó en decorar) duró cinco años. Ella sola encontró el camino de vuelta.
Hay un dicho que reza: "puedes sacar al hombre del pueblo, pero no al pueblo del hombre", aplicable a muchas otras situaciones. Luego, ¿puedes sacar a Margherita de Missoni, pero no a Missoni de Margherita?
Justo. Mi madre me ha dado toda la libertad del mundo. Pero sé cómo funciona su mente. Ella quiere que seas feliz, solo que su idea de felicidad es alcanzar la perfección en todo. Y creo que ella me respeta; si no, no delegaría en mí. Distanciarme del todo, cortar con mi familia y el negocio habría sido como arrancarme un brazo.
Margherita es la mayor de tres hermanos. Los tres se criaron en Sumirago, al norte de Italia. Puerta con puerta con Ottavio y Rosita. "Tengo una relación con mis abuelos que la mayoría de la gente de mi edad no tiene. Crecí con ellos. De hecho, fue mi abuela la que realmente me crió. Cuando le traspasó las riendas de la firma a mi madre, ella asumió sus funciones en casa. Era la típica abuela divertida, la que te dejaba hacer todo lo que querías. Ni siquiera me distancié cuando llegué a la adolescencia. Fue ella la que, cuando yo tenía 16 años, me llevó por primera vez a Londres: a conocer los mercadillos y las discotecas. Mi abuela es todo un símbolo nacional para Italia. Ahora ya no trabaja, pero está todo el día para arriba y para abajo. Tiene 79 años. Verla me hace no tener miedo a envejecer".
Margherita proclama que su vinculación con la moda es visceral. Se aferra a los recuerdos de infancia entre retales y maniquíes, a las tardes que pasaba en la fábrica familiar y al respeto que siente por el camino que sus abuelos anduvieron antes que ella.
Nosotros nos preguntamos, ¿será suficiente para llevar Missoni hacia adelante en estos tiempos difíciles y competitivos? Cierto es que ella es una Missoni y lo ha “mamado” desde pequeña, pero puede que con eso sólo no baste y le haga falta algo mas de preparación o rodearse de gente que la tenga. Y recordar algo que quizá le enseñaron en sus clases de arte dramático, que la mejor actriz no es necesariamente la que mas aparece en pantalla, aunque puede que si la que gane mas dinero.
Al final, probablemente, en el fondo estemos hablando de las disyuntivas de siempre: ¿Ser imagen visible o dirigir en la sombra? ¿intuición o formación? ¿Dinero o prestigio? ¿Calidad o cantidad?. También, como siempre, el tiempo nos lo dirá...
Las imagenes que ilustran esta entrada pertenecen a la reciente apertura de la tienda Missoni en Rodeo Drive Los Angeles, la segunda tienda de Missoni en USA despues de la de Nueva York. Acompañamos la entrada con una entrevista- reportaje a la abuela, cofundadora de la firma.
Da la impresion de que esta energumena se va a cargar la marca. Ya paso algo paercido con Krizia y Fendi tambien acabara igual. Versace y Armani se salvan, son demasiado grandes... Eso si, la tienda de Rodeo Drive es exquisita. A mi me encanta Rodeo Drive...
ResponderEliminarArdilla, es lo que nos tememos, que se vayan cargando las marcas. Armani se salva por ahora, pero ya veremos, que Giorgio tiene una sobrina, y de Versace otro tanto, que esta ya esta haciendo sus pinitos la hija de Donatella.
ResponderEliminarDe acuerdo en lo de la tienda de Rodeo Drive. Y como dicen en la pelicula "Ve a Rodeo Drive, pequeña.."