Carolina Herrera




Este pasado fin de semana aparecía en El País Semanal una entrevista de Vicente Verdú a Carolina Herrera, una de las diseñadoras más famosas del mundo, con una estilo “clásico”, tanto en su ropa como en sus formas y en su manera de entender la vida, apegada a valores tradicionales como la religión, la familia y el “Tener clase”.

Como siempre que aparece algún reportaje de este tipo os ofrecemos un resumen, porque creemos que conociendo las historias que hay detrás de la moda esta resulta mucho mas entendible para todos aquellos que no están familiarizados con ella.



Poco a poco, desde que terminó la entrevista con Carolina Herrera en el número 501 de la Séptima Avenida, la Fashion Avenue (avenida de la Moda) de Nueva York, fui entendiendo con quién me había jugado los cuartos. Es decir, caí en la cuenta, por ejemplo, que un piso en ese edificio donde se ocupaban del diseño 80 personas podría valer unos diez millones de dólares. Puede que exagere o me quede corto, pero la impresión sobre el caudal de dinero que significa el imperio de Carolina Herrera fue haciéndose más nítida cuando al recordar la charla reaparecieron los escenarios de su educación, las prestancias de su marido, su suegro o su padre en una atmósfera que enlazaba la riqueza de la aristocracia venezolana (su marido es marqués de Torre Casa) con el corazón de la Forbes patrimonial neoyorquina.



La firma Carolina Herrera fue al comienzo el indicio de un capricho de una alta dama; pero en manos de una personalidad tan vivaz, ambiciosa y potente, la iniciativa de la señora Pacanins, de soltera, no iba a quedar en una anécdota. De hecho, no lo fue el diseño de su traje de boda para Carolina Kennedy, la hija mayor de John Fitzgerald Kennedy, ni años después su medalla de Oro de las Bellas Artes conseguida en España en 2005.

Una cuestión que interesa generalmente a la gente es cómo se lleva ser famosa hasta el punto de que tu nombre propio sea conocido en todos los continentes.

Pues lo llevo de maravilla. Y le voy a decir por qué. Para una diseñadora establecida, como yo, tener un perfume que llega a todas las partes del mundo es un extraordinario privilegio.



¿Más el perfume que su ropa?

Se empieza por la ropa, pero luego hay que tener la gran suerte de que el perfume sea un éxito, porque esto conlleva una incomparable presencia y rentabilidad. Esto sucedió con la primera de nuestras esencias, la que hice hace 22 años y llamé Carolina Herrera, convertida actualmente en un clásico. Después vinieron otras que abrieron más puertas.

… El perfume además te proporciona mucho éxito porque está en todos los aeropuertos, el nombre se da a conocer por todas partes y favorece tu colección de ropa. Hay que verlo todo junto, como la maquinaria de un coche. Además, los perfumes los hacemos con Puig desde el principio y nos va estupendamente. Son, de verdad, una compañía maravillosa. Puig también hace el perfume para Nina Ricci, Antonio Banderas, Paco Rabanne

Pero el perfume es idea suya...

Totalmente mío. Basado en jazmín y nardos, que era lo que yo olía de niña en mi cuarto de dormir en Caracas. Usted sabe que el sentido del olfato es muy fuerte para recordar y ese olor es el que siempre quise para mi perfume. De hecho, cuando de jovencilla empecé a usar perfumes, todos tenían una base de jazmín. Me acuerdo de que mi madre utilizaba Joy de Jean Patou, y yo usé de jovencísima Diorsissimo, siempre con su base de jazmín. Así que cuando los de Puig me preguntaron qué quería, yo les dije que deseaba uno con jazmín. Fuimos probando y mezclando componentes hasta que llegamos al que yo quería.



Comencemos por el principio. ¿Cómo fue su entrada en este complicado negocio de la moda, teniendo usted la vida más que resuelta y viviendo en un holgado ambiente de lujo?

Yo creo que en cada persona hay un momento en la vida en que deseas ser algo diferente; y a mí me llegó ese momento a los 40 años.

¿Influyó la separación de su primer marido?

En absoluto. Yo me casé a los 18 años y el matrimonio duró seis años. Ahí terminó todo.

Y desde esos 24 años separada hasta los 40, ¿qué pasó en su vida?

No pasó nada.



¿Nada?

Pasaron muchas cosas, pero de trabajo no pasó nada.

¿Y qué ocurrió concretamente para aventurarse en la moda?

Primero me dio por diseñar telas y le conté mi proyecto a Diana Vreeland, la directora de Vogue. Pero ella me dijo: "Diseñar telas es aburridísimo, ¿por qué no haces una colección?". Así que ella me dio la idea y ella fue, al cabo, mi mentora. Mi primera colección la hice en Caracas con mi costurero francés en los ochenta.

¿Vivía entonces en Caracas?

Vivía en Caracas, pero veníamos mucho a Nueva York. La familia siempre ha venido mucho a Nueva York, tanto por los negocios de mi segundo marido como por mis padres, que tenían aquí una residencia. Yo en Nueva York me he sentido siempre como en mi casa y los americanos, además, son gente muy generosa que cuando estás empezando algo nuevo te echan una mano, tal como me la echaron a mí. Me acuerdo de que Bill Blass me aconsejó no solo sobre lo que debía hacer, me presentó a las modelos, me indicó el orden de la exposición.



¿No pensó que empezaba demasiado tarde respecto a los demás, que ya estaban establecidos?

¿Tarde? Para nada. Tenía cuatro hijas y un nieto que nació el mismo año en que abrí el negocio. Ahora ya, a mis 71 años, tengo 12. Doce nietos y una bisnieta. El primer desfile lo hice en el Metropolitan Club de Nueva York y fue prácticamente todo el mundo. Fue, lo que se dice, un gran éxito. Todo el mundo quería comprar. Así que decidí formar una compañía y abrí unas oficinas en la calle 57. Por cierto, allí está ahora el edificio de Dior. De 1981 a 1992 se mantuvo nuestra sede social y tuve la suerte de que a las mujeres que veían nuestra colección les gustaba y la compraban. Esta fue la base de mi éxito: compraban. Pero soporté además críticas muy negativas de unos y otros, en los periódicos y por ahí.

…Pero mi colección era glamurosa, glamurosa, glamurosa. Era una colección para una mujer a quien le gustaba sentirse muy chic, verse mejor, más femenina y diferente, no víctima de la moda.

Ha hablado usted varias veces de la conveniencia de tener varios espejos de cuerpo entero por toda la casa para conocerse físicamente y saber vestirse bien.

El espejo es el principal accesorio para las mujeres. Y para los hombres.



Harrison Ford ha hecho quitar todos los espejos de su casa para no verse envejecido...

Pues no lo entiendo. La alternativa a no querer verse viejo es estar muerto. Todos tenemos que aprender a envejecer y a cambiar de edad. No hay nada más triste que un hombre o una mujer pretendiendo tener una edad que no tiene. Por eso hay que mirarse en el espejo: hay que ir al compás del tiempo y con el momento de cada cual.

Pero, en general, los modistos no hacen casi nada pensando en la gente mayor.

¿Cómo que no? Todos hacen adaptaciones de la colección.

Ellos y ellas buscan y no encuentran. O lo encuentran a medias.

Pues que vengan a Carolina Herrera. Yo tengo muchas clientas mayores y ninguna se ha quejado de la falta de modelos.



Bueno, usted se salva siempre con esta seña de identidad de la camisa blanca de la que, según he leído, posee cientos o miles.

Yo no espero que la gente se ponga lo que yo me pongo. Yo lo que busco es que se ponga lo que hago.

Al menos me aceptará que se diseña para la gente joven.

Puedo estar de acuerdo en algo. Por ejemplo, en los zapatos que ahora están de moda y que son una repetición del pasado, aunque vengan con una cuña dos veces más alta que la de antes. Naturalmente, para llevarlos hay que aprender a caminar porque casi cualquiera podría romperse un tobillo. Y, pese a ello, se los ponen tanto las niñas como las personas mayores.



Usted, de todos modos, mantiene muy bien el tipo...

Yo creo que lo más importante de todo no es parecer más joven o tener buena salud, sino sentirse bien con uno mismo. No es fácil, pero hay que tratar de conseguirlo tanto en la relación familiar como en las relaciones de trabajo. Hay que tratar de estar feliz con uno mismo, feliz dentro de ti.

Trabaja sin limitaciones.

Yo no tengo nada que ver, nada en absoluto, con la parte económica. Solo estoy en la parte creativa. Y dentro de ella, en ropa para mujer. Para los hombres tengo en España un buen equipo de diseñadores. Además he crecido en una familia en la que todos los hombres vestían muy bien; mi suegro, mi padre, mi marido. Yo veo a los hombres vestidos con un diseño clásico y un toque chic moderno, distintivo.

En un sector medio alto.

Eso no lo pienso. Pienso en lo que se pueda vender mejor.



¿Les va bien el negocio?

Nos va de maravilla. De maravilla nos va. Ahora estamos abriendo una boutique en Nueva York, en Madison Avenue, entre la 68 y la 69, la boutique Carolina Herrera Nueva York. Tenemos mujer, hombre, niños; es tanto como cubrir toda una forma de vida. Y creo que ya tenemos 130 boutiques en el mundo.

¿También en Asia?

No sé, tendría que mirar la lista.

Un progreso velocísimo, sin contrariedades...

¿Sin contrariedades? Muchas contrariedades, miles de contrariedades, millones de contrariedades.

En España les va muy bien...

España me encanta y voy muy a menudo. Tengo a mi hija Carolina que vive allá y se ocupa del diseño de la colección para niños de CH y, además, de los perfumes que se van creando. Porque tanto la moda como los perfumes nunca tienen fin. La moda se relaciona con la época y no es en absoluto frívola como mucha gente cree. Cada vez que uno se viste está viviendo la historia y creando algo.



¿Cómo explicaría, entonces, que creadores, artistas plásticos, suelan ir tan mal vestidos?

Yo supongo que creen que vistiendo distraídamente dan a entender que están pensando en algo más profundo. Y a otros quizá les guste parecer excéntricos. Aunque quizá la diferencia entre la moda y las artes plásticas es que la moda incluye el movimiento. El cuadro está quieto, pero la moda se concibe como algo en movimiento.

¿Qué me dice de su relación con Andy Warhol?

Éramos amigos. Mi esposo, él y yo éramos buenos amigos. Este retrato que usted está viendo me lo hizo a finales de los setenta. Andy era un tipo muy witty [agudo] y un buen profesional. Para este cuadro hizo hasta 40 polaroids. Cuando veo hoy los cuadros de Andy en las subastas de Christie's adjudicados por 40 o 50 millones de dólares, pienso que él mismo, de saberlo, se habría caído muerto.

¿En qué se fija usted para inspirarse?

¿Que qué es lo que miro para inspirarme? Mi inspiración. Y mi inspiración viene de mi memoria, de una conversación, de un libro que estoy leyendo, de un color que he visto en un cuadro.



Pero, al comienzo, ¿qué modelo tenía en su cabeza?

La primera inspiración fueron las fantásticas actrices de Hollywood de los años cuarenta. Yo, cuando tenía 15 años, quería ser una vampiresa y para nada una diseñadora. Deseaba ser la mejor amazona del mundo, porque adoraba los caballos; y las personas más importantes para mí eran mi petisero, el que cuidaba mi caballo, y mi profesor de equitación. No pensaba para nada en hacer moda, aunque acaso estaba dentro de mí, puesto que siempre estaba metida en ese mundo, conocía a los diseñadores, a los productores Pero no empecé a pensar en ello hasta mucho más tarde. Ni siquiera de pequeña fui de esas chicas que visten a sus muñecas. Nunca he sabido ni pegar un botón.

¿Colabora en el negocio su marido?

Mi marido tiene un ojo fabuloso y un gusto enorme, pero no, no está metido en el negocio. Él trabaja como coeditor de Vanity Fair. Él es mi soporte. Si no aceptara mi profesión, la dejaría; y también la dejaría si no le pareciera bien a mi familia. Pero tengo la suerte de que les parece bien, que están todos encantados. Solo Carolina, que es quien ha hecho la última campaña de la moda y vive en Madrid, colabora con nosotros. Yo tengo cuatro hijas: Mercedes, Ana, Patricia y Carolina. Dos del primer matrimonio y dos del segundo. De las dos primeras, una vive en Venezuela, y la otra, en Argentina. Patricia estaba en el departamento de diseño antes, pero lo dejó porque tiene tres niños, de seis, cuatro y dos años, y, claro está, no tiene tiempo. Pero me encantaba su colaboración porque tiene muy buen ojo, un estilazo y nunca miente cuando no le gusta algo de los vestidos.



¿Son caros sus vestidos?

No lo sé. Yo no me meto en los precios. A mí me educaron muy mal, y según esta educación, nunca se debía hablar de dinero. Todavía si se me pregunta cuánto vale un vestido de estos [dos de organza que había exhibido una modelo durante la charla], me pongo roja como un tomate porque no tengo ni idea.

¿Y cómo se puede llevar una empresa sin entrar en las cuentas?

Porque es así si eres creativa. El negocio hay que dejarlo en manos de otras personas para que tu creatividad se desboque.

Pero la jefa suprema, en todo caso, es usted.

Obviamente.



¿Y el éxito se debe a usted?

Al trabajo duro.

¿Y a la suerte?

La suerte, desde luego, de tener a tantos hombres y mujeres a quienes les gusta lo que hago. Hombres que tienen un gusto por lo clásico con un toque moderno y mujeres que desean gustar a través del glamour. No es un gusto relacionado con las tendencias de la actualidad, porque para mí las tendencias son aburridísimas. Para hacer ropa de tendencias, mejor diseñar uniformes militares que son más iguales.

Las imágenes de una de sus ultimas tiendas abiertas en Nueva York nos sirvió para ilustrar una anterior entrada, las imágenes que acompañan la entrevista que ofrecemos hoy pertenecen a la imagen de las tiendas CH Carolina Herrera. Supervisadas y dirigidas por los Hermanos Domínguez, quienes a raíz de una disputa con Adolfo Domínguez abandonaron la empresa de éste y montaron una nueva empresa con dos firmas punteras como Purificación García y CH Carolina Herrera.

11 comentarios:

  1. Que mujer tan estupida, ignorante, arrogante y pagada de si misma. Y mala disenhadora. No se si sabeis que la famosa frase "Tu no me conoces pero siempre te he odiado" va dirgida a ella. Pues eso.

    Las tiendas, como su ropa, son de un disenho trasnochado y falsamente opulento. Baratito.

    Se nota que le tengo carino, verdad? perdon por la diatriba...

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  2. Uy nunca te habiamos vsto tan amable con alguien, ¿Porque sera?

    Ardilla, Carolina es una señora sudamericana de muy buena familia que gracias a una boda y los contactos que esto proporcionó consigio un socio millonario con el que hacer ropa para otras señoras como ella. Todo eso luego muy bien envuelto y promocionado la ha llevado a donde esta hoy. Ni mejor ni peor que otr@s.

    Y lo del diseño de las tiendas CH la culpa no la tiene ella sino los Hermanos Dominguez, sus tiendas Carolina Herrera NY son mas interesantes.

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  3. Me leí la famosa entrevista por matar el tiempo en un avión, y la verdad, me pareció aún más tonta de lo que ya me parecia antes de hacerlo.
    ¿Cómo puede decir que no sabe lo que valen sus vestidos o que no está segura de las tiendas que tiene? Por favor!
    Respecto a lo de que "todo NY" estuvo en su presentación, supongo que se referirá al todo NY del Upper East, afortunadamente hay otros barrios y personas que a mi ententer representan mejor lo que es NY, y su multiculturalidad.
    Lo siento, Revisión, esta entrevista me cargó un poco, supongo que el hecho de estar volviendo precisamente de NY, y la tristeza que suele dárme, influyó ;-(
    Saludos,

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  4. Mcarmen, nosotros pensamos mas bien que es todo una pose, tonta no es, no se llega donde ha llegado ella siendo tonta, lo que ocurre es que mantiene una actitud de desapego, para ella según dice lo importante es la creatividad y no los numeros, y eso le pasa a muchos artistas de las diferentes ramas, ella ha tenido la suerte o el buen criterio de rodearse de gente que se lo lleve y se lo lleve bien.En cuanto a lo de la presentacion, como deciamos en el anterior comentario, ella tiene un estilo y un publico para el o viceversa y bueno, tampoco esta mal eso, tiene que haber un poco de todo y para todos, no deberíamos ser intransigentes con lo que no nos gusta y condescendientes con lo que si. Independientemente de como nos caiga alguien a quien no conocemos no podemos juzgar sobre esa base.

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  5. Estupidas son las que critican a una mujer que con talento y exito saco un adelante un negocio exitoso, me imagino que deben ser una mal vestidas y que la envidia y el mal gusto de sus vidas grises no les permite ver como una mujer logro sacar su nombre adelante y tener tanto prestigio, o es acaso las las kennedy las actrices de hollywood que han usado su ropa ha sido por hacerle un favor!!!!! estupidas son ustedes las que hacen comentarios tan faltos de criterio

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  6. Hiro, en primer lugar agradecerte un punto de vista diferente con el que comentar esta entrada, puede que tengas algo de razon al decir que los comentarios al respecto de que no apreciamos demasiado a CH no tengan mucho criterio, pero desde luego con las formas insultantes con que respondes pierden cosnisetencias tus razonamientos.

    Respecto a su empresa, si te informas tambien sobre ello, comprobaras que tal como decimos en un comentario anterior, CH de tonta no tiene nada, sino no habria levantado esa empresa, pero que le ayudaron y mucho a ello sus estupendas relaciones sociales a traves de su familia y matrimonio y el patrocinio de un conocido millonario seguro, y en parte por ahí viene su ascenso y el haber tenido acceso a los Kennedy y a otros ambitos sociales a los que sino le habria costado mucho mas llegar.

    Respecto a sus diseños por supuesto son muy correctos y elegantes, pero si conoces algo del mundo de la moda estarás de acuerdo en que tampoco son revolucionarios, ni han aportado nada nuevo, no es Saint Laurent, ni Balenciaga, ni Coco Chanel.

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  7. En realidad lo que unico que hice fue devolver el insulto, porque usaron los terminos: estupida, arrogante y ignorante en el castellano que yo hablo eso son insultos, solo quise devolverlos. En cuanto a sus realciones no veo nada malo en ello, todos las personas que llegan lejos de alguna manera nesecitan las relaciones para prosperar, seria una idea poco realista que se puede empezar de la nada eso seria demesiado novelesco, lo que critico es la forma despectiva como se expresan de ella y decir que su ropa es baratita... bueno eso demuestra que no saben reconocer cuando una prenda esta hecha con buenos materiales, bien confeccionada y bien cortada, de verdad mi intención no fue ofender solo expresar que no se puede expresar desprecio por el buen trabajo de alguien que hecho grandes aportes a la elegancia y al buen gusto

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  8. Hiro, es cierto que el comentario al que te refieres tampoco utilizaba terminos adecuados para referirse a ella.

    Cada uno tenemos nuestros juicios sobre ciertas cosas, acertadas o no, por eso son interesantes los razonamientos de cada uno para tomar nuestras propias decisiones.

    Si te informas sobre otros grandes diseñadores veras que muchos empezaron desde abajo, como costureras, en talleres o en escuelas de diseño y fueron sus ideas y su genialidad lo que atrajo a mecenas y patrocinadores, no como en el caso de CH (que no realizó estudios de diseño y como ella misma dice, "nunca ha sabido pegar un botón") que ya contaba con medios y relaciones por su familia y matrimonio.

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  9. Es verdad, tienes razon hay muchos diseñadores que empezaron desde abajo y eso digno de elogio. Lo comparto porque muchos empezamos; los que no tenemos relaciones desde lo más minimo, pero el que ella tenga relaciones no desmerita su trabajo, no se tiene más o menos talento porque se tenga relaciones o no, el talento es de cada persona. Otro punto en cuestion es que para ser diseñador en muchos casos no se necesita saber coser o pegar un boton, si eres un buen gerente y lider, sabras armar un buen equipo de trabajo: patronistas, supervisores de confeccion jefe de talleres etc y puedes logran un trabajo impecable. Ademas el diseño se trata de la creatividad y como el publico se puede sentir atraido hacia tu trabajo y si es aceptado haz logrado el exito. Hay muchas personas con influencias y relaciones que pueden empreder un negocio creativo pero si el publico no lo acepta desaparece por mucha influencia y relacion que se tenga, si el negocio "Carolina Herrera" es exitoso es porque ella tiene los elementos para que asi lo sea.

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  10. Creo que Carolina Herrera es un icono de la moda. Es una mujer especial. Ella desde niña vivió en un mundo privilegiado, pero nunca la hizo perder el Norte,con su inteligencia utilizó esos medios para adquirir una gran cultura y ser una gran dama, otras con sus mismas condiciones no han sido capaces de llegar a donde ella ha llegado. La gente es muy mal, perversa y envidiosa y desde luego Carolina es blanco de esos seres resentidos y más que nada mujeres que detestan lo que ella representa, pues por que las pobres no saben más que ser aburridas, gordas y feas. Hoy cuando salgo a la calle ya no veo mujeres salvo muy pocas, es algo que va en aumento, ver adefesios en cada esquina, la gente ya no se viste, se ponen el primer trapo cómodo que encuentran sin importarles nada, incluso la gente va sucia y arrugada. Por eso Cada vez que veo a Carolina y mujeres como ella siento una gran felicidad, siempre tengo la imagen de mi madre siempre bella, elegante, nunca descuidada, ella me inculcó ese tipo de vida. Carolina es una verdadera mujer, gracias ella se ha retomado ese glamour en la ropa, ella es todo glamour y belleza, da gusto verla hablar, me recuerda tanto a mi Caracas, a esa Caracas de las fiestas de antaño, una Caracas que se extingue. Ella ha conquistado el mundo es una mujer de éxito y desde aquí le hago llegar todo mi cariño y admiración. Creo que quien la critica son esos seres aburridos y esas mujeres que viven una vida práctica y cómoda, sentada en una butaca con un tazón de palomitas de maíz, que sale a la calle con una camiseta y unas mayas de lycra apretada enseñando todos los michelines, esas que envidian todo, por ser resentidas feas y gordas.
    Carolina está más allá de las críticas. Ella es divinaaaaaaaa
    Antonio Nascimento Thomas

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  11. Anonimo, que CH es una mujer especial, seguramente, pero reconozcamos que un icono de la moda no es, iconos son Balenciaga, Coco Chanel, o muchos otros que crearon, inventaron la moda, CH ha seguido un estilo, y muy bien, pero no ha creado nada nuevo, no ha supuesto ningun cambio ni revolucion dentro del mundo de la moda, eso no quita para que tenga mucho merito. Como tu bien dices, otras en su misma posicion y con sus medios no han hecho nada. En cuanto a la envidia y las malas lenguas, todos estamos expuestos a ella en nuestra vida, la gente conocida o famosa más, pues esta expuesta a mayor numero de gente.

    Por otra parte, que admires a CH y su estilo no te da derecho a menospreciar a otro tipo de mujeres, si alguien nace feo o gordo (y hay casos que no se pueden evitar ni mejorar)no es justo despreciarle por ello.En Cuanto a ser una verdadera mujer no creemos (y seguramente ellas pensaran lo smismo, incluida CH) que tenga que ver con la ropa que te pones. Seguramente ademas de esa Caracas de las fiestas con verdaderas mujeres habia y hay otras Caracas con mujeres tan verdaderas como ellas, aunque sin glamour.
    Nos parecen estupendos tu cariño y admiracion por CH que sin duda merece, pero tu comentario parece un poco lleno de prejuicios.

    Curiosamente lo que si hemos detectado con esta entrada que a Carolina Herrera se la ama o se la odia, el termino medio casi no existe, lo cual para una firma de moda es un exito, pues motiva hasta limites insospechados al publico al que se dirige, sin importarle lo que digan los demas.

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