Leña del árbol caído

Hace apenas unos años nadie hubiera imaginado que algunas de las más importantes compañías de este país como Telefónica, Iberia, Caja Madrid o El Corte Inglés pasarían por las dificultades y problemas por los que están pasando en estos momentos.



Unas semanas atrás escribíamos una entrada titulada “El Corte Inglés reflejo de la situación económica de nuestro país” en la que nos hacíamos eco de una serie de informaciones que los medios de comunicación ofrecían sobre las dificultades que está pasando esta empresa, en clara similitud y reflejo de lo que está ocurriendo en la economía de nuestro país.



Incluso después nos han llegado noticia, aunque no la hayamos visto publicada en los medios, de un ERE encubierto que según parece está realizando la empresa, reduciendo considerablemente sus empleados. Eso sí, según nos comentaban también, aunque podrían haberse acogido a la nueva normativa y hacer despidos más baratos, están indemnizando bien a sus empleados en los términos anteriores a la discutida reforma laboral.



Lo que más nos ha sorprendido ha sido el número de comentarios desfavorables que hemos recibido sobre estos almacenes y la opinión en contra que un gran número de personas nos ha manifestado con respecto a ellos. Las grandes empresas de este y otros sectores han sido, por regla general, apisonadoras de otros comercios, y eso no se perdona; también la envidia, uno de nuestros pecados capitales de nuestro pais, hace que no se perdone a quien ha tenido éxito y se desee su caída.



Nuestra particular idiosincrasia nos hace también valorar más todo aquello que viene de fuera en mayor medida que lo de casa, a pesar de que contamos también con estupendos ejemplos de bien hacer, pero parece que hasta que no nos lo reconocen fuera de nuestras fronteras no se acepta el éxito – que sabio el refrán que dice que nadie es profeta en su tierra - . En este caso no deberíamos olvidar tampoco que es una de las grandes empresas del país y del mundo (la primera cadena de grandes almacenes de Europa y la tercera del mundo, solo por detrás de los almacenes americanos Sears y Macy’s), que da trabajo directo e indirecto a muchos trabajadores y a otras empresas y que es uno de los activos más importantes de la marca España.



Como ya reflejara Zola en su libro “El Paraíso de las Damas”, desde la aparición del gran almacén las tiendas de las proximidades vieron como sus ventas se reducían en beneficio del gran almacén, y como muchas de ellas se veían al final avocadas al cierre. Con el paso el tiempo se ha visto como en muchas ciudades al abrirse estos centros las zonas comerciales se desplazaban y los propietarios de algunos comercios que antes estaban en una calle hasta entonces muy comercial y no supieron reaccionar a tiempo, se encontraron de repente con un negocio en una calle mucho menos comercial. Y eso no se perdona, crea un rencor que cuando el gigante se debilita se vuelve en su contra.



También parte de esos comentarios a los que aludíamos hacen hincapié en la actitud de los empleados a los que hasta no hace mucho se consideraba bastante bien tratados por parte de la empresa y eso les hacía crecerse y mirar por encima del hombro al resto. También aluden a las duras directrices que es necesario acatar si se quiere formar parte de sus partners.



La mala situación de la empresa está muy ligada a la situación económica del país, pero no solo la suya, como decíamos al principio casi todas las grandes empresas españolas han notado una reducción de su facturación, lo que ocurre es que las que operan en otros mercados han podido paliarlo mejor, mientras que ECI solo está presente en España y Portugal.



Como comentábamos en la entrada a la que nos referíamos, es cierto que algo tiene que hacer para renovarse. No es fácil, su ADN se gestó hace muchos años y además al ser tan grande cuesta mover a un gigante como él, que además no se ha caracterizado precisamente por sus apuestas innovadora, sino más bien por la implementación de negocios que ya hubieran tenido éxito, eso sí haciéndolo con más poderío y dándoles una vuelta de tuerca.



Todos sabemos que tienen que cambiar, pero nadie sabe muy bien cómo, cada uno da su opinión, muchas veces desde el desconocimiento de cómo está realmente el mercado y la estructura empresarial. Mientras tanto la amplitud de horarios y la reducción de personal están acabando con una de sus señas de identidad, la atención y el servicio al cliente, y eso un riesgo peligroso.



Bajo nuestro modesto punto de vista tiene que plantearse un nuevo enfoque, y convertirse, como han hecho grandes almacenes de otros países, en un espacio que refleje un estilo de vida, porque quizá lo que le pasa es que quiere dirigirse a todo tipo de públicos, y al final no motiva a casi ninguno.



Como ejemplo de renovacion de gran almacen las imagenes que ilustran esta entrada asi como el video pertenecen a la Grand Epicerie, El supermercado de los almacenes franceses La Bon Marche que hace un par de años  cumplieron 160 años.