Mucho se ha hablado del tema de Eurovegas y quizá eso ha eclipsado la apertura en nuestra ciudad de otros establecimientos de juego que a nosotros y debido a su diseño y ubicación nos parecen de suficiente interés como para traerlos hoy hasta nuestro blog.
Y es que los casinos de Aranjuez y Torrelodones han abierto el pasado mes de Diciembre en el centro de la ciudad gracias precisamente a los cambios legales pensados para Eurovegas.
Hasta hace poco la Ley del Juego regional obligaba a mantener los casinos a una distancia mínima de 29 kilómetros respecto a la Puerta del Sol; es por ello que el veterano —acaba de cumplir 32 años— Gran Casino Madrid, está situado en Torrelodones, lejos de la capital y el Gran Casino Aranjuez todavía más lejos, a 47 kilómetros.
A finales de 2012, una nueva Ley de Medidas Fiscales y Administrativas modificaba la regulación anterior para permitir "salas apéndice" de los casinos ya existentes, de menor tamaño, en su mismo municipio, o en otro. Obviamente, el municipio más ansiado era la propia villa de Madrid y como la ley excluía a Eurovegas de esa posibilidad los casinos españoles se lanzaron a buscar los mejores emplazamientos. Comar, la empresa coruñesa matriz del Casino de Aranjuez, encontró su nueva sede en el número 24 de la Calle Gran Vía, junto a la Red de San Luis y el Gran Casino Madrid, el de Torrelodones, en el Paseo de Recoletos, entre los números 37 y 41, junto al Museo de Cera de la Plaza de Colón, en el edificio que años atrás fuera uno de los emblemas de Telefónica, hoy remodelado.
El Gran Casino de Aranjuez, inaugurado el pasado 18 de diciembre, está ubicado en el emblemático edificio construido en 1924 que albergó al Círculo Mercantil e Industrial y está declarado patrimonio histórico.
El edificio del Casino Gran Vía cuenta con una superficie total de 4.500 metros cuadrados repartidos en tres plantas. En la planta baja con acceso directo desde la Gran Vía, y sin necesidad de registro previo, se encuentra una nueva cafetería, visible desde la Gran Vía por sus grandes cristaleras la zona de recepción y la sala de juego con 65 licencias de máquinas tipo C.
En la primera planta se ubica una coctelería, zona lounge y mesas de juego con ruletas americanas, black jack, póker y punto y banca. En esta planta se realizan también actuaciones en vivo. En la segunda planta se sitúa la «Sala Asiática», con una decoración de inspiración oriental, cuenta con el juego de punto y banca. En esta planta se ubican también las mesas de juego con ruletas americanas, black jack y póker de círculo. La oferta de ocio se completa con un restaurante de alta cocina tradicional vasca y una champanería ubicada en la segunda planta.
El proyecto empresarial Gran Vía Madrid ha contado con una inversión de 15 millones de euros y ha sido la reputada empresa especializada en diseño de casinos, Steelman Partnerts Europe quien ha llevado a cabo el proyecto de decoración, además han colaborado el despacho de Arquitectos Julio Touza y la constructora Incoga. Los trabajos se han centrado en resaltar los elementos históricos del edifico y su hermosa arquitectura interior y exterior. En su decoración han intervenido más de 200 personas de 20 especialidades profesionales diferentes.
Por su parte según parece el desembolso que el casino de Torrelodones ha realizado para ofrecer su nuevo espacio sería de unos 20 millones de euros en la adquisición, remodelación y decoración del mismo en el Paseo de Recoletos de Madrid en lo que eran los bajos del Edificio de Telefónica en la Plaza de Colon.
Cuatro plantas integran este nuevo complejo, con una superficie de 4.123,28 metros cuadrados, respetando que la superficie destinada a juegos no alcance los 1000 m2 tal como marca la ley. En la sala principal, con acceso a la calle, se incluye una zona de mesas de juego, máquinas de azar y un café bar. La planta baja alberga otra zona de juego y un bar-cafetería. La entreplanta está reservada al restaurante Columbus, gestionado por los hermanos Sandoval, que regentan el restaurante Coque (una estrella Michelin), en Humanes. Ahí también se sitúa el afterwork, que aspira a ser un referente en las tardes- noches de Madrid. La planta primera cuenta con una sala privada de juego y otras áreas de uso interno, como la sala de descanso del personal y los vestuarios.
En este ejemplo vemos la importancia de tener un buen espacio, o un espacio singular, se está hablando, apareciendo en todos los medios y siendo mas visitado el primero más que el segundo
Con estas inauguraciones la capital vuelve a contar con ruletas, black jack y poker 91 años después pues el cierre de la última sala de juego de Madrid se produjo en 1922.
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