5 comentarios
Empezamos esta entrada con una escena que se repite en muchos lugares de nuestro país. Hace unos días al ir a pagar en una gasolinera, el empleado nos ofreció toda una variedad de artículos que tenían en promoción y que no tenían que ver específicamente con el automóvil, sino que casi todos eran de alimentación y similares. Y lo hizo de forma insistente.